Las hojas amarillas suelen encender las alarmas entre quienes cuidan plantas, pero este cambio de color tiene múltiples causas y no siempre significa que algo grave esté ocurriendo. Entender por qué se produce este fenómeno es clave para actuar a tiempo y devolverle a tus ejemplares su vitalidad. Checa qué hay realmente detrás de este síntoma tan común.
Desde fallas en el riego hasta deficiencias nutritivas o condiciones ambientales inadecuadas, cada especie envía señales que conviene aprender a interpretar. Por tal motivo, expertos del sitio Be Green dieron a conocer qué es lo que verdaderamente ocurre en las plantas.
El motivo por el que las hojas de las plantas se vuelven amarillas
De acuerdo a los especialistas en jardinería, este evento se lo llama clorosis y ocurre cuando a la hoja le falta clorofila, que es el nutriente que fabrica la planta para alimentarse y que es el responsable de su color.

En ese sentido, los profesionales del portal mencionaron que el problema es que al no haber suficiente clorofila, no ocurrirá la fotosíntesis de forma adecuada, por lo que la hoja se secará y caerá. Además, advirtieron que una hoja con clorosis es más susceptible a las plagas.
Asimismo, agregaron que, de no solucionarse, la planta podría morir. "La clorosis puede ocurrir por diversas causas, así que tendrás que revisar tu planta y descubrir cuál de todas aplica", alertaron. En tanto, revelaron las razones que podría haber detrás:
- Riego inadecuado
- Problemas de iluminación
- Falta de hierro
- Falta de nitrógeno
- Plagas de nematodos y otros
Así puedes mejorar el estado de tus plantas
Aunque el fenómeno es bastante común en la vegetación, expertos de AD Magazine compartieron algunos consejos para salvar tu planta:
- Revisar el riego
- Comprobar la luz que recibe
- Añadir nutrientes
- Checa la humedad y el ambiente
- Trasplantar si es necesario.
Por otra parte, agregaron que es necesario evitar fertilizantes durante ese estadio, ya que la planta está estresada y podría quemarse. Además, recomendaron utilizar un sustrato adecuado, rico en materia orgánica, y asegurarse de que la tierra esté suave y aireada.














