La inseguridad, particularmente en Chilpancingo, Guerrero, se ha agudizado tras la aparición ciertas amenazas anónimas. Todo empezó la semana pasada, el lunes 24 de noviembre, cuando comerciantes reportaron la localización de volantes y cartulinas que advertían que, iniciando este mes de diciembre, iniciaban también las extorsiones; las amenazas contra su seguridad coinciden con los preparativos de las fiestas decembrinas: La Feria de San Mateo, Navidad y Año Nuevo.

Estas fiestas importantes para Chilpancingo hoy se ven amenazadas con esta especie de advertencia publicada en carteles y papeles que repartieron en las calles; por eso, las autoridades municipales ya están pidiendo más seguridad.

El alcalde de Chilpancingo, Gustavo Alarcón Herrera, solicitó el 26 de noviembre un refuerzo de seguridad al gobierno federal; sin embargo, hasta el momento, no ha recibido respuesta de las autoridades.

No hay repuesta ante solicitud de mayor seguridad en Chilpancingo

En entrevista en Hechos AM con Otoniel Martínez, Vaitiare Mateos y Leo Arriaga; el alcalde señaló cómo solicita este reforzamiento en la seguridad en Chilpancingo.

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El alcalde señaló que la petición de apoyo se ha realizado mediante los oficios correspondientes que permiten documentar el nivel de riesgo en el municipio y justificar el refuerzo federal. Precisó que la administración municipal cumple con sus funciones básicas, pero reconoció que, en materia de seguridad, existe una evidente limitación de recursos.

Explicó que la estrategia local es principalmente preventiva y carece del equipo, personal y capacidad operativa con la que cuentan las corporaciones federales. Por ello, cuando la violencia se incrementa, especialmente en temporadas como la decembrina, el municipio se ve rebasado: “El problema se va haciendo más fuerte”, señaló.

Su protección no es el centro del problema, la prioridad es la seguridad en Chilpancingo

El alcalde destacó que la prioridad es proteger a la población y generar políticas públicas que fortalezcan la seguridad local; sin embargo, recordó que las amenazas difundidas en volantes fueron mensajes directos atribuidos a grupos criminales, lo que aumenta el nivel de riesgo para comerciantes, habitantes y autoridades.

Ante la pregunta sobre si ha solicitado seguridad especial para su persona, el alcalde confirmó que cuenta con un equipo de apoyo para sus desplazamientos, pero afirmó que ese no es el centro del problema.

Reconoció que su integridad está en riesgo, sobre todo tomando en cuenta que llegó al cargo tras el asesinato del alcalde electo; aun así, insistió en que su preocupación principal es el desequilibrio que vive el municipio ante la falta de refuerzos suficientes.

Aseguró que su administración trabaja coordinadamente con el gobierno estatal y la Federación, aunque reiteró que es necesario un mayor énfasis en la atención, pues la situación rebasa la capacidad local.

Lamentó que, hasta ahora, no haya existido una respuesta formal a la solicitud enviada, aunque dijo comprender que la problemática de violencia afecta a distintas regiones del país.

El alcalde insistió en que Chilpancingo no ha permanecido inmóvil; explicó que se continúan implementando acciones preventivas y operativas dentro de sus posibilidades, mientras buscan dar certeza a los ciudadanos en medio de este clima de amenazas: “Queremos dar respuesta adecuada”.