El paraíso se convirtió en un desierto. Tulum, el destino más codiciado del Caribe Mexicano, enfrenta una crisis que dejó estragos profundos, con hoteles vacíos, negocios cerrados y una clase trabajadora al borde del colapso. La causa fue captada por Carolina Rocha para Hechos Sábado: una serie de cobros “excesivos” impuestos por el gobierno.

Aunque las autoridades han dado “borrón y cuenta nueva” eliminando la tarifa principal, el daño ya está hecho y la confusión por nuevos cobros amenaza la recuperación.

Los estragos de los excesos en Tulum: “Playa divina, pero no hay nadie”

La crisis golpeó primero a la icónica Playa Paraíso. Los cobros diarios de más de $400 pesos a extranjeros y $255 a mexicanos para acceder a esta zona protegida fueron devastadores para los 19 hoteles que operaban en esos 3 kilómetros.

“De los 140 cuartos que se censan dentro del parque, pues no sé, 75 u 80 estaban cerrados”, señala un testimonio. Restaurantes como “Berna”, “Cleo” y “El Cor” son ahora fantasmas; palapas vacías que sucumbieron a la falta de clientes.

El impacto en los trabajadores es brutal. Un empleado relató su ingreso de la semana pasada: "¿Cuánta propina ganaste la semana pasada? ... De los ceros, fue como 500 pesos hace unas semanas”.

Otros negocios, como un café, están al borde. Su administrador, que tiene 40 empleados, ha tenido que recortar los días laborados para salvar los empleos, haciendo que su personal gane solo “una cuarta parte” de lo habitual. “Es un poquito complicado mantener una operación porque Tulum es caro; las rentas aquí son caras”, lamenta.

El “fix” del gobierno: Cae un cobro, aparece otro

Tras más de 12 meses de crisis, el gobierno federal confirmó la gratuidad de las playas, eliminando el polémico cobro del Parque del Jaguar. Sin embargo, la “falta de claridad” persiste.

El Parque del Jaguar, en Tulum, tenía un polémico cobro que fue eliminado ante la crisis de turismo
El Parque del Jaguar, en Tulum, tenía un polémico cobro que fue eliminado ante la crisis de turismo

Ahora, en el acceso sur, se exige un pago de $60 pesos por ser reserva natural (CONANP), un cobro del que “no se menciona mucho”. El acceso, además, es “gratuito a pie”, lo que implica caminar más de un kilómetro bajo el sol.

Peor aún, en la entrada tradicional, la de las ruinas arqueológicas, el memo sobre la gratuidad “no había llegado” y los operadores seguían intentando cobrar el brazalete.

“No solo es el precio, es la falta de claridad. (...) La complejidad viene cuando a esto se le agrega un segundo cobro [el del Parque del Jaguar] que CONANP cobra”, explica un experto.

Diciembre: La prueba de fuego para Tulum

Con los accesos recién abiertos, Tulum enfrenta su “prueba de fuego”. La temporada alta de diciembre dictará si el destino puede recuperarse de una crisis que, según el reportaje, “se creó desde el gobierno mismo” y que ahora, irónicamente, “ellos quieren rescatar”.