Mientras el discurso oficial asegura que las clínicas y hospitales del país cuentan con un 90% de abasto en medicamentos, la realidad en la zona metropolitana del Valle de Toluca choca de frente con esa cifra; en el Estado de México (Edomex) hay desabasto y es evidente.
Un recorrido de Carolina Rocha, para Hechos Sábado, revela un sistema de salud “peor que nunca”, con pancartas de protesta, estantes vacíos y pacientes obligados a costear sus propios tratamientos.
En las fachadas de los centros de salud, las consignas son claras: “Sin medicamentos e insumos no hay seguridad” y “No a la austeridad en salud”. La carencia es tal que incluso aparatos básicos de primer nivel, como un otoscopio, son inexistentes en algunas clínicas.
El costo humano del desabasto de medicinas en Edomex: “Tan cerca, pero tan lejos de la salud”
La falta de medicinas golpea directamente el bolsillo de los más vulnerables. Margarita y su esposo viven justo frente a su clínica del Seguro Social, pero esa cercanía es un espejismo. No encontraron un medicamento recetado y tuvieron que comprarlo por 215 pesos, una cifra que representa casi el 15% de su pensión de adultos mayores. Para poder solventar estos gastos, Margarita vende tamales.
🩺 Mientras el Gobierno Federal asegura que el 90% de clínicas tienen abasto de medicinas…
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) October 11, 2025
📍 Fuimos al Edomex y la historia es otra:
❌ No hay medicinas
❌ No hay equipo
❌ No hay pagos al personal
Pacientes compran lo que el sistema no da. Tan cerca de la clínica… y tan… pic.twitter.com/LbQUOmuzIV
La historia se repite con otros pacientes. A una madre le diagnosticaron rinitis alérgica a su hijo, pero en la farmacia de la clínica no le surtieron ninguno de los dos medicamentos que necesitaba. Ahora, ella tendrá que comprarlos, anulando el supuesto beneficio de la atención pública. La dinámica es siempre la misma: se les da la receta, pero la medicina la tienen que buscar por fuera.
“Sin limpieza no hay salud": La crisis interna del sistema en Edomex
El problema no es solo la falta de insumos, sino también el abandono al propio personal. Mientras los trabajadores de base evitan dar declaraciones por temor a represalias, otros no pueden ocultar la precariedad.
Un trabajador de limpieza de un centro de salud confirmó que no le han pagado, una situación que se ha vuelto recurrente "últimamente”. A pesar de no recibir su salario, sigue presentándose a trabajar con una lógica irrefutable:
En la clínica del ISEM en Rayón, la situación es similar: al personal de limpieza y de farmacia tampoco se les ha pagado.

El ciclo del desabasto y la geografía del abandono
Un farmacéutico local explicó que el desabasto es un problema cíclico. A principios de mes, sus ventas son bajas porque las clínicas aún tienen algo de existencia; pero para mediados y finales de mes, sus ganancias aumentan porque los pacientes acuden en masa cuando los centros de salud se quedan sin nada.
Esta “lotería” de la salud se extiende geográficamente. En Rayón, a menos de 5 km de San Antonio La Isla, no hay medicinas ni vacunas. Los propios vecinos comentan con ironía que si alguien quiere curarse, debe ir a San Lucas, a un kilómetro de distancia, donde “sí hay medicinas”. La conclusión es desoladora: en muchos lugares del Estado de México, es mejor no enfermarse.