Las personas desplazadas por la guerra en Gaza ahora recurren a usar un cementerio como refugio, ante los constantes ataques aéreos por parte de Israel.
Diversos habitantes del enclave ahora colocan sus tiendas de campaña a un costado de las lápidas de un cementerio en Rafah, al sur de la Franja de Gaza, cerca del mar Mediterráneo.
Mahmoud Amer y los 11 miembros de su familia se movilizaron del campo de refugiados de Al-Shati, al norte de la zona de guerra, al cementerio, junto a sus hijos y nietos.
“La gente se vio obligada a venir aquí a este lugar seguro, que es el cementerio, entre los muertos. Es mejor que vivir en zonas residenciales donde las casas podrían derrumbarse sobre nuestras cabezas”, admitió Amer a la agencia de noticias Reuters.
El camposanto tiene hileras con tumbas bajas de cemento anteriores a la guerra, cubiertas con plantas y flores que crecen sobre ellas. Mientras que en los sepulcros más rudimentarios, que son montículos de arena, están los muertos de la guerra, delimitados por bloques de cemento en cada extremo.
Amer asegura que diariamente llegan cadáveres, a quienes les rezan y piden clemencia para sus almas.
“Envidio a los muertos”: Hombre desplazado por la guerra en Gaza
Las personas desplazadas no tienen acceso a alimentos o agua limpia, sin olvidar el temor constante de una ofensiva militar israelita. Ante ello, Mahmoud incluso envidia a los muertos en las tumbas.
“Los muertos están cómodos mientras nosotros, los vivos, sufrimos y pasamos por condiciones muy duras. No hay agua, no llega ayuda adecuada, la situación es muy mala. (...) Envidio a los muertos por su situación actual, están muertos, pero en realidad viven con dios, bien provistos. Vivimos cada segundo con horror, dolor, tortura, sufrimiento y confusión, porque no sabemos cuándo terminará la guerra”, sentenció.
En tanto, los niños corren y juegan entre las tumbas, incluso una pequeña recoge flores rosas y las coloca en una lata vacía. Amer considera que toda su vida está rodeada de muerte y la ven “delante de nuestros ojos cada segundo”.
“Veo a los niños, nuestros hijos, jugando entre y sobre las tumbas, incluso los sentimientos de los niños comenzaron a morir. Entonces, ¿qué crees que pasará con los sentimientos de los ancianos, los jóvenes y toda la población palestina?”, afirmó.