Ciudad de México. Ante diputados maestros y directores de Escuelas de Tiempo Completo de varios estados del país defendieron la permanencia del programa, a fin de que se mantenga e incluso se amplíe a más escuelas en el país y que la Federación maneje la nómina del magisterio y no los Comités de padres.
Al participar en el “Foro de Revisión del Programa de Escuelas de Tiempo Completo” organizado por la Cámara de Diputados, los docentes pidieron dar marcha a las reglas de operación del gobierno federal del Programa la Escuela es Nuestra, que da el manejo de recursos hasta de la nómina del magisterio a los Comités Escolares de Administración Participativa, integrado por padres de familia.
“Nos parece viable que los Comités se responsabilicen única y exclusivamente de los componentes 1 y 3 que se refieren a la infraestructura y a la alimentación de los alumnos, sin embargo, para el componente 2, que es el pago a los docentes por la jornada ampliada es un error, no puede dejarse este rubro a cargo de los padres, ya que el docente es un profesionista que recibe, a través del FONE, su pago y que a pesar de que hablamos de un programa compensatorio, es claro que este debe darse en la misma ruta o al menos contemplarlo con apoyo del Banco del Bienestar”, Kristian David López Copado, de la escuela Amado Nervo, en Sonora.
Ante el grupo especial de diputados que analiza la desaparición de las Escuelas de Tiempo Completo, los maestros reconocieron que el modelo tuvo fallas por la corrupción, pero plantearon propuesta para corregir fallas.
“Para que se garantice la continuidad del servicio educativo y no ocurra lo que está sucediendo deben de generarse plazas acordes con el servicio prestad, con el número de horas necesarias para los docentes, es decir, generar plazas docentes para la jornada ampliada, aunque estas plazas sean condicionadas al plantel educativo”, planteó el maestro, Edwin Granados Márquez.
Ayuda a asegurar la alimentación de estudiantes de bajos recursos
Resaltaron las bondades del programa, pues, aseguran ayuda a la alimentación y nutrición de menores sobre todo de bajos recursos, además de ser una propuesta académica para educar y formar a futuros profesionistas, enfrentar la deserción escolar y alejarlos de la inseguridad.
Claudia Alejandra Torres Aranda, maestra de la Escuela Enrique C. Rebsamen, del estado de Guanajuato, señaló “la alimentación de las y los alumnos durante el horario escolar representa una excelente oportunidad formativa que busca disminuir la repetición, el rezago, el abandono escolar”.
Andrea Roció Méndez Torres, directora Técnica de la escuela Pino Suarez, en León, Guanajuato, agregó: “donde pueden convivir, alimentarse, aprender en un ambiente pacífico y controlado, como decimos en mi escuela son horas en que protegemos al menor del trabajo infantil de la violencia intrafamiliar, de vicios de sus contextos o simplemente horas que le robamos al cerro y le abonamos a la vida de nuestros alumnos”