La práctica ancestral de la limpia con huevo para calmar el llanto de los bebés es común en muchas familias de América Latina. Este ritual, que consiste en pasar un huevo crudo sobre el cuerpo del niño mientras se reza, pretende eliminar el “mal de ojo” o el “susto”, causas atribuidas a un llanto inexplicable que no tiene una razón médica evidente. Pero, ¿realmente funciona? ¿Qué opinan los especialistas al respecto?
¿Cómo se hace una limpieza con un huevo?
Existen momentos en que el llanto de un bebé no se asocia con causas fisiológicas clásicas como hambre, sueño, fiebre o cólicos. En estos casos, algunas madres adoptan la limpia con huevo como una solución alternativa. El huevo de gallina es frotado por el cuerpo y la cabeza del bebé. En ocasiones, las madres rezan alguna oración mientras lo hacen.
Esta práctica es transmitida de generación en generación y se basa en la creencia de que el huevo puede limpiar las malas energías que afectan a los más pequeños.
Luego del ritual, el huevo se rompe en un vaso con agua. Las burbujas, “telarañas” o una capa blanquecina en el agua se interpretan como señales de que el niño estaba “asustado” o tenía energía negativa.
¿Qué dice la ciencia sobre la limpia con huevo?
La pediatra Melissa Brosset explica que no existe evidencia científica que respalde que la limpia con huevo tenga un efecto real sobre el malestar infantil. “Hay mamás que refieren que el llanto mejoró, y no sabemos si mejoró porque pasó la etapa del llanto o porque si estas prácticas tuvieron algún efecto o no... creo que es algo que nunca sabremos”, señala.
Desde la psicología, Arnold Gonzáles aclara que, aunque la ciencia no avala estos rituales, sí reconoce un efecto placebo importante: “Los padres buscan alternativas que reduzcan su ansiedad por no lograr calmar al bebé. Así, al tranquilizarse ellos mismos, inconscientemente logran disminuir la angustia de sus hijos”. Este proceso emocional genera en los padres una sensación de alivio que el bebé percibe y replica, lo que podría explicar la aparente eficacia del ritual.
Sin embargo, los expertos alertan sobre la importancia de no sustituir la atención médica con prácticas tradicionales. La pediatra Brosset recomienda visitar al médico si el llanto se acompaña de fiebre, golpes o algún síntoma preocupante.