Ismael Zambada Sicairos, conocido en los corridos como “El Caballero” y en Estados Unidos como el “Mayito Flaco”, se ha convertido en uno de los nombres más buscados del narcotráfico internacional.

Con apenas 33 años, este heredero del poder del Cártel de Sinaloa ha asumido un papel activo en el trasiego de drogas, convirtiéndose en objetivo de una recompensa de 15 millones de dólares por su captura.

El perfil de “El Mayito flaco”

Pese a la notoriedad que su figura ha alcanzado en decenas de corridos, Zambada Sicairos mantiene un perfil bajo, similar al de su padre, Ismael “El Mayo” Zambada.

Las pocas imágenes que existen muestran a un hombre que se mueve como ganadero y evita la exposición pública. Sin embargo, siempre se le relaciona con vehículos blindados y armas de alto calibre, lo que confirma su implicación directa en actividades delictivas.

Operaciones en el Triángulo Dorado

El “Mayito Flaco” tiene bajo su control zonas estratégicas del llamado Triángulo Dorado, la región montañosa que conecta Sinaloa, Durango y Chihuahua.

Esta área ha sido escenario de una narco-guerra que ha dejado más de 1,600 muertos en menos de un año. Zambada Sicairos lidera la facción conocida como “La Mayiza”, compuesta por hombres leales a su padre y en disputa constante contra los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, conocidos como “Los Chapitos”, por el control de rutas y plazas.

Red de sicarios y aliados estratégicos

Según reportes de inteligencia, Zambada Sicairos cuenta con brazos armados identificados como Los Rusos, Flecha MZ, La Sombreriza y Los Cazadores. Además, mantiene operadores clave en distintas partes del país, como Alfonso Limón Sánchez (“Poncho Limón”) y Jesús Alexandro Sánchez Félix (“El Ruso”), quienes facilitan la operación de una estructura delictiva transnacional.

El “Mayito Flaco” no solo heredó el liderazgo del cártel, sino también una red de aliados, cómplices y corrupción institucional que le permite mantener el negocio de la droga activo tanto en México como en el extranjero.

Aunque la división del Cártel de Sinaloa ha debilitado algunas estructuras, Zambada Sicairos sigue siendo un jugador clave en el narcotráfico internacional, marcando el rumbo de una organización que ha operado durante más de cinco décadas.