Entre el dolor, las lágrimas y la exigencia de justicia, familiares y amigos dieron el último adiós a Erick Omar, el joven de 21 años que salió a pasear a su perro y cuyo cuerpo fue encontrado sin vida en la Zona Centro de la Ciudad de México, luego de ser detenido por policías. El cuerpo de Erick fue sepultado en el Panteón Dolores, al poniente de la capital.

Sepelio de joven de 21 años, Erick Omar

El sepelio estuvo marcado por el recuerdo de Erick, quien dejó en el corazón de sus seres queridos la imagen de un joven “muy alegre, muy trabajador, para nada estaba triste, siempre era una sonrisa”, según palabras de su tía, Itzel. Erick era padre de un hijo de tres años y sustentaba a su familia con un puesto de postres en la zona de La Merced, de donde partió el cortejo fúnebre flanqueado por motocicletas y autos.

Durante la despedida, su fiel compañero, un perro de nombre “Cabo”, estuvo presente en todo momento. Antes de bajar el féretro, sus seres queridos le dedicaron porras y canciones con mariachi, quedando el recuerdo y el clamor de justicia por su violenta muerte.

La cronología de la desaparición y la detención

La tragedia comenzó el pasado martes 4 de noviembre, cuando Erick Omar salió a pasear a su mascota. Lo que debía ser una rutina terminó con su detención por parte de policías. Un video registró el momento en que Erick fue detenido y golpeado por elementos de seguridad.

Tras la detención, se perdió el rastro de Erick Omar, siendo reportado como desaparecido por su familia. Posteriormente, sus familiares fueron notificados de la localización de su cuerpo, que fue encontrado sin vida en la vía pública con signos de tortura.

Tres policías detenidos y la exigencia de la familia

Tres policías fueron ingresados a un reclusorio y puestos a disposición de un juez por su probable participación en el crimen. Se investiga la posible participación de dos elementos más en el hecho, y el jefe del sector Congreso fue separado de su cargo.

La familia de Erick Omar exige que el peso de la ley caiga sobre los responsables, pues los golpes que presentaba el cuerpo del joven de 21 años evidencian tortura. “Que paguen por lo que hicieron, el delito que hicieron fue muy grave, mataron a mi sobrino, lo torturaron más que nada, eso ya fue tortura los golpes que él trae”, manifestó su tía, Itzel, quien insiste en que la justicia aún está pendiente.