Nuevo León.- Brenda Tolentino es la única mujer en Nuevo León que realiza su Servicio Militar. Forma parte de los 220 jóvenes inscritos.
Desde pequeña sintió admiración por las Fuerzas Armadas, y ahora, dice, está en su camino para integrarse a sus filas por completo.
“Entré aquí por motivación propia, la verdad desde niña me llamó la atención. Primero comencé con el Servicio para irme orientando, saber cómo están las cosas. Ya si más adelante puedo entrar aquí, lo voy a hacer. Es mi intención”, cuenta Brenda.
La inspiración vino de su padre, un militar retirado; y el que Brenda realice el servicio estrechó su relación. “A veces estamos conviviendo y me pregunta cómo hago las cosas. Se ve motivado cuando le enseño”.
Para su familia ella es un orgullo, y sus aspiraciones en el Ejército son el fruto de años de inculcarle el patriotismo como uno de los valores principales.
“Siempre tratamos de enseñarle valores sobre nuestro país. Estoy muy orgullosa de ella. Siempre ha sobresalido en la escuela y todo, pero ahorita es mucho, mucho, el orgullo hacía ella.”, compartió la mamá de Brenda.
Lejos de sentirse intimidada por ser la única mujer entre sus compañeros conscriptos, Brenda asegura que el ambiente en el Ejército es de respeto, y que las enseñanzas que le imparten coinciden con lo que aprendió en su casa.
Por eso, dice, invita con frecuencia a sus amigas y conocidas a que sigan su ejemplo: “Siempre les digo que estaría bien que vengan, aunque sea un sábado, y si les gusta pues que sigan viniendo”.
En noviembre Brenda terminará su Servicio Militar y se sumará a la reciente generación de mujeres que ya pueden tramitar su cartilla militar, un documento al que tienen derecho desde el 2020 por cumplir voluntariamente con un deber que antes era solo para hombres.
Participación de la mujer en el Servicio Militar Nacional
Hasta el año de 1999, el cumplimiento del Servicio Militar Nacional, era exclusivo del personal masculino en edad militar, dentro del marco constitucional de su obligatoriedad; sin embargo, ante la igualdad de derechos y obligaciones entre varones y mujeres, que establece el artículo 4/o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, la mujer, congruente con su entusiasmo e inquietudes, demanda en la actualidad, una mayor participación activa en todas las empresas nacionales, por lo que el Instituto Armado no es la excepción.
A partir del año 2000 inició el procedimiento para la captación de la mujer mexicana voluntaria para el Servicio Militar Nacional.
Durante el reclutamiento y el periodo de adiestramiento, se registra a las mujeres que voluntariamente se presenten para incorporarse al Programa de Adiestramiento del Servicio Militar Nacional; asimismo, llenan una solicitud, entregando fotocopia simple de algunos documentos personales.
Asimismo, al proporcionarles los conocimientos básicos de la doctrina militar, permitirán desarrollar habilidades, valores y virtudes, con el fin de contribuir, en caso necesario, integradas a las fuerzas armadas para la defensa y necesidades del país.