Estos científicos simularon un entorno propicio para el juego en el laboratorio y es que las ratas no juegan si están ansiosas o se sienten restringidas y casi no tienen información sobre la actividad cerebral de esta especie de mamífero cuando juega libremente.
De acuerdo con científicos del Centro Bernstein de Neurociencia Computacional de Berlín, Alemania, el juego es uno de los comportamientos de los mamíferos menos entendidos a nivel neurobiológico.
Researchers tickle rats to identify the part of the brain critical for laughter and playfulness. @HumboldtUni Michael Brecht
— Cell Press (@CellPressNews) July 28, 2023
Below see four ways that rats played with humans or each other in the study. pic.twitter.com/9Wd6RhWKlj
¿Cómo hicieron sentir cómodas a las ratas?
Los científicos jugaron con las ratas a “perseguir la mano” y después como premio les hacían cosquillas, en un video de la estudiante de maestría, Natalie Gloveli se escucha como las ratas ríen, lo que descubrieron, es que el centro de esta diversión está en una región específica del cerebro de las ratas.
Desde luego no se escuchan carcajadas, las ratas chillan su tono es tan agudo que los humanos no pueden oírlo, un sonido que los investigadores monitorearon para asegurarse de que las ratas se divertían.
Se trata de la zona conocida como sustancia gris central o sustancia gris periacueductal, (PAG, por sus siglas en inglés), donde las neuronas de las ratas se activan durante diversos tipos de juegos y la risa, pero cuando se bloquea esa actividad las hace menos juguetonas.
Los expertos trabajaron con ratas muy juguetonas y estudiaron sus vocalizaciones que fueron indicadores de alegría, también realizaron estudios en este tipo de roedores pero en condiciones ansiogénicas donde dejaron de reir y la actividad en PAG, disminuyó.
“Sabemos que las vocalizaciones como la risa son muy importantes en el juego, lo que respalda la idea de que hay algún tipo de señal de organización en el cerebro que regula este comportamiento”, dijo a través de un comunicado, Michael Brecht, autor principal del estudio y neurocientífico de la Humboldt-Universität zu Berlin.

¿Para qué estudian el juego?
“Mucha gente piensa que el juego es infantil o que no es un comportamiento muy decisivo, pero el juego está subestimado”, señaló Brecht, con estos resultados los investigadores planean comenzar observaciones similares que les permitirá comparar el juego entre otras especies.
“En mi percepción del juego, es un comportamiento de autoentrenamiento. Por lo general, los cerebros sirven para controlar comportamientos. Los comportamientos de juego, sin embargo, parecen servir para cerebros en crecimiento”, indicó Brecht.
Los científicos también planean la posibilidad de si dar a las ratas más jóvenes diferentes hábitos de juego y ver si esto podría cambiar la forma en que se desarrolla la columna lateral del PAG.