¡Oportuno rescate! Un caso que ha generado profunda preocupación e indignación en la comunidad de Colombia, sucedió este fin de semana en Suba, donde un niño de 8 años fue salvado por las autoridades luego de que vecinos lo vieran asomado por una ventana del tercer piso pidiendo comida.
Conforme a los testimonios, el menor llevaba varias horas solo, además de que mostraba señales de abandono. De acuerdo con información confirmada por la Policía Metropolitana, los uniformados acudieron al lugar después de recibir múltiples llamadas de alerta por parte de los habitantes del sector. Al ingresar a la vivienda, los agentes encontraron un escenario alarmante.
#BOGOTÁ | Las autoridades rescataron a un niño de 8 años en la localidad de Suba que fue al parecer abandonado en su vivienda. De acuerdo con la comunidad, el menor se asomaba por la ventana del tercer piso de un edificio pidiendo comida. La Policía rescató al niño y evidenció… pic.twitter.com/qFSovthbdX
— ÚltimaHoraCaracol (@UltimaHoraCR) November 15, 2025
La Policía de Colombia reportó que dentro del inmueble no había ningún adulto responsable, además de que el espacio se encontraba en “pésimo estado de higiene y salubridad”, con acumulación de basura, malos olores y condiciones no aptas para la permanencia de un menor de edad.
El niño de tan solo ocho años se encontraba visiblemente afectado, con hambre y sin acceso a agua o alimentos. Las autoridades informaron que su integridad pudo haber estado en riesgo, especialmente por la altura del lugar desde donde pedía auxilio.
¿Qué pasó después del rescate del niño abandonado en Suba?
Después de poner a salvo al menor, la policía lo trasladó inmediatamente ante la autoridad administrativa competente, la cual inició el proceso de verificación y restablecimiento de sus derechos, tal como lo establece la normativa vigente de protección a la infancia.
La institución confirmó que ya se investiga la ubicación y responsabilidad de los adultos responsables del niño, así como las circunstancias que llevaron a que quedara completamente solo.
La comunidad expresó que no era la primera vez que escuchaban ruidos o llantos desde el interior del apartamento, pero fue la imagen del pequeño pidiendo comida la que los llevó a actuar de inmediato. Algunos habitantes aseguraron sentirse “impactados y angustiados” al ver la situación del menor.
Las autoridades avanzan en la investigación para determinar si se configuró un acto de abandono o negligencia grave. Dependiendo del resultado, podría haber consecuencias penales y administrativas para los responsables. Este caso abre nuevamente el debate, ¿estamos actuando lo suficientemente rápido cuando un niño muestra señales de abandono?











