Habitantes de las colonias Los Ángeles, Apanoaya y Presidentes, en la alcaldía Iztapalapa, han decidido manifestar su hartazgo ante la creciente inseguridad y extorsiones que enfrentan diariamente.
A través de mantas colocadas en distintos puntos de la zona, los vecinos dejaron un mensaje claro para los criminales: advirtieron que quien sea sorprendido cometiendo delitos será “quemado vivo”.
Robos, extorsiones y ataques a negocios: La realidad de vecinos en Iztapalapa
El contexto de estas acciones ciudadanas se ha caracterizado por un aumento de los delitos. Comerciantes y vecinos aseguran que en las últimas semanas se han registrado intentos de extorsión, robos reiterados y acoso por parte de delincuentes.
Un ejemplo reciente ocurrió en una óptica, donde individuos prendieron fuego a la cortina del negocio en plena madrugada. Un testigo relató: “Lo que pasa en estos momentos es que ha habido intentos de extorsión y han quemado locales, ha habido robos y acoso... básicamte se ha vuelto un punto rojo”.
El miedo los obligó a blindarse: así viven hoy en Iztapalapa
Ante esta situación, los residentes han reforzado la seguridad en sus viviendas y comercios. Las ventanas están protegidas con barrotes, y algunas calles incluso cuentan con rejas en los accesos y alambres de púas para tratar de inhibir los delitos. Estas medidas reflejan la desesperación de la comunidad frente a la ausencia de una respuesta efectiva por parte de las autoridades.
Hartazgo por la falta de acción policial
Los vecinos acusan la inacción de las fuerzas de seguridad, asegurando que la presencia policial en la zona es prácticamente nula. Esta falta de vigilancia ha llevado a que algunos residentes consideren tomar la justicia por propia mano, como lo demuestra la colocación de las mantas con amenazas directas a los delincuentes.
El fenómeno pone de manifiesto el profundo hartazgo social que viven muchas comunidades de Iztapalapa, donde los ciudadanos, cansados de los robos, cobros de piso y extorsiones, buscan alternativas para protegerse y expresar su indignación ante la creciente violencia.












