Una de las plantas aromáticas más consumidas en el mundo es el anís. La misma tiene propiedades para la salud y puede ser consumida de diversas maneras. Sin embargo es importante aclarar que hay distintas variedades.
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Por un lado tenemos el anís verde que es originario de Asía y la cuenca mediterránea oriental y sus semillas son pequeñas y ovaladas y de color marrón verdoso. Luego tenemos el anís estrellado que proviene especialmente de China y Vietnam, que tiene forma de estrella y un sabor más dulce.
Los dos tipos de anís son utilizados para elaborar infusiones, productos de repostería, licores y para la medicina natural con el objetivo de aliviar diversos trastornos.
¿Cuáles son las propiedades y beneficios del anís?
El anís cuenta con compuestos bioactivos que otorgan propiedades medicinales. Tienen aceites esenciales, responsables de su aroma y sabor, flavonoides, proteínas, carbohidratos, vitaminas (especialmente C y del grupo B) y minerales (sobre todo calcio, hierro y magnesio).
Debido a esto es que cuenta con propiedades digestivas, carminativas, antiespasmódicas, expectorantes, antimicrobianas y sedantes suaves.
Beneficios del anís:
- Favorece la expulsión de gases
- Ayuda a reducir la hinchazón
- Favorece la eliminación de toxinas
- Ayuda a eliminar la mucosidad
- Contribuye a aliviar los dolores reumáticos
- Ayuda a mejorar la digestión
- Favorece la regulación de la menstruación
¿Cómo preparar una infusión de anís?
Para preparar una infusión de anís tienes que hacer lo siguiente:
Vierte unos 200 mililitros de agua en una olla y ponla a calentar al fuego. Déjala hasta que hierva suavemente.
A continuación, añade tres cucharadas de anís en una tetera o un recipiente con colador.
El siguiente paso es verter el agua caliente sobre las semillas de anís para extraer sus propiedades y su aroma.
Agrega un trocito de cáscara de limón para darle un toque refrescante a la infusión.
Deja reposar la infusión de cinco a 10 minutos.
Por último, sirve la infusión en una taza y ya la podrás tomar. Si lo deseas, puedes endulzarla con un chorrito de miel o con tu edulcorante favorito.