Lo Que Callamos Las Mujeres | Capítulo | Lía: Pulso vital.
La donación de órganos consiste en una intervención quirúrgica con objetivo de extraer un órgano sano de una persona (quien dona) para ser trasplantado en el cuerpo de otra persona (quien recibe) lo anterior, debido a que algún órgano de quien recibe ha dejado de funcionar.
De igual modo, la donación de tejidos significa extraer tejidos vivos de una persona para ponerlos en el cuerpo de otra, la cual carece o le hacen falta parte de esos tejidos.
Tanto en la donación de órganos como en la de tejidos, quien dona puede ser una persona viva o fallecida.
Para la Organización Mundial de la Salud, el trasplante de tejidos, órganos o células humanas es una forma consolidada de tratamiento; además está reconocida como una de las mejores vías que permite salvar la vida de las personas en caso de diversas enfermedades y lesiones graves congénitas, hereditarias o adquiridas.
En México y el mundo, la donación de órganos y tejidos permite que personas de todas las edades, sexos, preferencias sexuales, nacionalidades, tengan la oportunidad de superar un problema de salud. Lo anterior, derivado de la deficiencia en el funcionamiento de algún órgano, un accidente o cualquier otra circunstancia que comprometa la viabilidad de la vida.
¿Cómo funciona?
Por el contexto en que puede ocurrir la donación, esta tiene dos categorías:
Donación cadavérica: Es la donación de órganos que se realiza al fallecer la posible persona donante. Si el fallecimiento se da porque deja de funcionar el corazón, se pueden donar tejidos como córneas, debido a que la circulación y oxigenación al resto del cuerpo se detienen.
Donación encefálica: Cuando el tallo cerebral deja de recibir sangre, brinda la oportunidad de donar órganos como corazón, hígado, pulmones, páncreas y tejidos.
También existe la donación en vida, que en casos especiales, permite la donación de algún órgano o una parte de este, sin afectar la calidad de vida de quien dona.
Cabe señalar que, no todas las personas tras su fallecimiento pueden ser donadoras. Esta decisión estriba en una evaluación cuidadosa del estado general del organismo, así como de ciertos órganos y tejidos. De cualquier forma, la decisión de quien dona es meramente personal.
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Es importante ya sea por parte de quien dona o sus familiares. Como parte de este proceso legal y administrativo, en México existen dos tipos de donaciones:
Donación tácita. Cuando un posible donador o donante no manifestó en un documento, la negativa para que después de su muerte, sus órganos sean utilizados para trasplante. Tal consentimiento también es necesario obtenerlo de las siguientes personas que se encuentren presentes: el o la cónyuge, el concubinario o la concubinaria, la descendencia, la ascendencia, los hermanos o hermanas. En caso de que se rpesneten más de una de las personas mencionadas, se aplica orden de prelación de acuerdo con el nivel de parentesco.
Donación expresa. Cuando se manifiesta por escrito o verbalmente, la voluntad de donar órganos en vida o después de la muerte. Se considera la donación amplia cuando se refiere a la disposición total del cuerpo, o limitada cuando sólo se otorgue respecto de determinados componentes.
Para facilitar la comunicación expresa de quien va a donar está disponible una Tarjeta de Donador Voluntario, mediante la cual manifiesta la intención de ser donador de órganos y/o tejidos con fines de trasplante. El fin de esta tarjeta es que se entregue a alguien de la familia para que en el momento del deceso, sea quien apoye su decisión.
Es recomendable que aquellas personas interesadas donar órganos y/o tejidos, informen de esta decisión a sus familiares, contando con su apoyo al momento de cumplir su voluntad.
Cabe mencionar que también existe la opción de ser una persona no donante de órgano y/o tejidos, manifestando su derecho expreso a no serlo.
¿Cuáles son sus causas?
Pese a los grandes avances en la ciencia, aún no es posible la fabricación universal de órganos y tejidos artificiales que puedan reemplazar los vivos o dañados, al menos no para todos los casos clínicos en que se requieren. Si bien, algunos avances han permitido, por ejemplo, la fabricación de corazones artificiales, estos solo son utilizables en ciertos casos clínicos, además del alto costo que tienen. En tales circunstancia, la cantidad disponible de órganos y/o tejidos es siempre menor si se compara con la cantidad de órganos y/o tejidos requeridos para cubrir las necesidades de quienes reciben.
Esta situación obliga a la sociedad y a diversos órdenes de gobierno a encontrar entre la población viva, posibles personas donadoras de órganos y/o tejidos después de morir, dependiendo del caso, a donarlos en vida.
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¿Cómo se previene?
Con objeto de reducir el déficit de órganos y/o tejidos disponibles para trasplantes, es indispensable eliminar los mitos que rodean el tema. Esto se puede lograr a través del fortalecimiento de una cultura de la donación, con base en información científica y concientizando a la población sobre el altruismo que requieren las personas con necesidad de un trasplante. Por otro lado, está el hecho de que el donante al fallecer, no necesitará más de esos órganos que pueden ser de gran ayuda a otras personas.