Guía Asesinos seriales: Conoce el Perfil completo de Andrei Chikatilo, “El Carnicero de Rostov”

También conocido como el “Carnicero de Rostov” o el “Destripador Rojo”, Andrei Chikatilo fue uno de los asesinos más prolíficos de la Unión Soviética.

27 junio 2025

Lotería del Crimen

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Considerado uno de los asesinos seriales más perturbadores del siglo XX, el caso de Andrei Chikatilo estremeció a la Unión Soviética en 1980 e inicios de los 90 no solo por el número de crímenes cometidos, sino por la manera en que el sistema político y judicial encubrió (de forma involuntaria) sus actos durante más de una década.

Perfil de un Psicópata: ¿Quién fue Andréi Románovich Chikatilo?

Andrei Romanovich Chikatilo nació el 16 de octubre de 1936 en la Unión Soviética, en la parte que ahora conocemos como Ucrania. Su infancia estuvo marcada por la extrema pobreza, las hambrunas provocadas por el régimen estalinista y los relatos de violencia, incluido el presunto asesinato de su hermano mayor durante la hambruna de 1933.

Fue un estudiante aplicado pero retraído. Intentó formar una vida estable: estudió filología, trabajó como maestro y más tarde como funcionario estatal. Sin embargo, fue despedido de varios empleos por comportamientos inapropiados. A pesar de su carácter reservado, Chikatilo desarrolló una vida paralela marcada por una necesidad de control extremo, la cual terminó en una serie de crímenes violentos cometidos entre 1978 y 1990.

Perfil psicológico: ¿Cuál era la motivación de Andrei Chikatilo para asesinar a tantas personas?

El perfil psicológico de Andrei Chikatilo ha sido objeto de múltiples estudios forenses, los cuales coinciden en que “el carnicero de Rostov” mostraba rasgos de psicopatía, trastorno antisocial de la personalidad y represión sexual profunda. Su historial indica una fuerte frustración emocional ligada a su incapacidad para mantener relaciones afectivas sanas o funcionales. Esto lo llevó a asociar la violencia con el control, la validación y, según sus propias declaraciones, el único modo en que podía “sentirse poderoso”.

Esto revela a un individuo con baja autoestima, pero muy calculador. La represión del deseo, combinada con una vida pública inofensiva, le permitió pasar desapercibido durante años. Chikatilo afirmaba que sus crímenes eran un “impulso inevitable”, aunque planificaba meticulosamente cada acto.

Perfil en acción: ¿Cuál era el modus operandi de Andrei Chikatilo para ejecutar a sus víctimas?

Andrei Chikatilo seleccionaba a sus víctimas, niños, adolescentes y mujeres jóvenes, en estaciones de tren o paradas de transporte público. Una vez que lograba llevarlas a zonas boscosas o apartadas, cometía sus crímenes sin que nadie supiera lo que estaba haciendo.

Su modus operandi mostraba una clara progresión: de crímenes más impulsivos a acciones planeadas y sistemáticas. Aunque sus métodos no seguían siempre un patrón exacto, las autoridades lograron identificar varios elementos comunes: el uso de armas blancas y el abandono del cuerpo en áreas rurales de difícil acceso. Su habilidad para evadir la justicia durante tanto tiempo se debió, en parte, a la poca coordinación entre agencias policiales soviéticas y a la censura informativa del régimen.

Perfil distintivo: ¿Cuál era la firma criminal o el distintivo que caracterizó a Andrei Chikatilo?

Chikatilo estaba muy marcado por un comportamiento ritualista, metódico. Evitaba dejar huellas evidentes, y muchas de sus víctimas fueron halladas en condiciones similares.

Pero una de las características que lo diferenció fue su capacidad de mantener una vida familiar y laboral, mientras cometía crímenes terribles en paralelo.

Su “firma” fue reconocible a través del patrón psicológico de manipulación, y aislamiento de sus víctimas, sin embargo lo que le valió el apodo de “El Carnicero de Rostov” fue que a muchas de sus víctimas les mutilaba los órganos, o les sacaba los ojos, incluso se dice que llegó a practicar el canibalismo.

Captura, juicio y fallecimiento de Andrei Chikatilo

En 1984 Chikatilo fue arrestado por la policía, quienes lo detuvieron después de que notaron cómo se acercaba a varias jóvenes a una parada de autobús.

Sin embargo esto no fue determinante para llevarlo a la cárcel, ya que los oficiales no pensaron que Chikatilo fuera un criminal y dejaron que se fuera.

Fue hasta 1990 que un policía vio a Chikatilo salir de un bosque con los zapatos llenos de sangre, y le pidió sus datos personales. Al día siguiente en ese mismo bosque se encontró el cuerpo de una niña, y rápidamente fueron tras el primer sospechoso: Andrei Chikatilo.

Así quedó en prisión preventiva y si bien en un inicio se negó a cooperar, después de varios interrogatorios confesó más de 50 asesinatos. En 1992 inicio el juicio contra él y fue declarado culpable del homicidio de 53 personas.

En febrero de 1994 Chikatilo fue fusilado con un tiro detrás de su cabeza.