A casi un mes del asesinato del alcalde Carlos Manzo, el luto en Uruapan no cesa; al contrario, se profundiza. La ciudad, conocida como la capital mundial del aguacate, vive hoy bajo el azote del robo de autos, el secuestro y una extorsión generalizada que ha puesto a la economía local de rodillas.

La violencia sigue golpeando a los vecinos. Mario Rivas, empresario local, denunció un reciente secuestro que ejemplifica el peligro en las carreteras que conectan al municipio.

“Secuestraron a un amigo en una de las carreteras, la que va hacia Paracho... es el camino que nosotros tomamos para ir a Guadalajara”, lamentó.

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El asesinato de Carlos Manzo desató la crisis que se vive en Uruapan, Michoacán|Captura de pantalla

La extorsión en Uruapan, por kilo de aguacate

El crimen organizado ha impuesto su propia ley tributaria en la región. Ya no solo son los grandes empresarios los objetivos; la extorsión se ha filtrado a todos los niveles productivos.

Prisciliano Jiménez, propietario de campos de cultivo, confirmó el modus operandi en el sector agrícola: “Piden una cuota, ahora sí, por productor o por kilogramo de aguacate que produzca”.

Pero el fenómeno va más allá del “oro verde”. Mario Rivas advierte que la situación está “fuera de control”:

“La señora que tiene un puesto de cena en la noche, o el señor que tiene su tiendita, su ferretería pequeña, a todos ellos les está afectando el tema de la extorsión”.

Turismo en cero: “Todos los eventos están cancelados”

Aunque los recorridos de las Fuerzas Federales son visibles en el corazón de Uruapan, la percepción de inseguridad ha paralizado la actividad económica. El turismo, motor vital de la ciudad, se ha apagado.

“Ahorita, desafortunadamente, todos los eventos que había están ya cancelados”, confirmó el empresario hotelero José Carlos Ceballos King.

Ante este panorama desolador, el sector productivo lanza un llamado desesperado a la máxima autoridad del país. Alejandro Macías, presidente del Círculo Empresarial de Uruapan, pidió a la presidenta Claudia Sheinbaum que no ignore lo que sucede en Michoacán.

“Que venga a Uruapan, que realmente se dé una vuelta a las calles, que escuche a la gente, así como están haciendo ustedes”, exigió, esperando que la presencia presidencial pueda traer la paz que la ciudad perdió hace tiempo.