Los líderes del movimiento de protesta de Sri Lanka dijeron el domingo 10 de julio que ocuparían las residencias del presidente Gotabaya Rajapaksa y el primer ministro Ranil Wickremesinghe del país hasta que finalmente dejaran el cargo. Esto un día después de que los dos hombres acordaran renunciar, dejando al país en un limbo político.
Miles de manifestantes asaltaron la casa y la oficina del presidente Rajapaksa y la residencia oficial del primer ministro Wickremesinghe el sábado 9 de julio, luego de que las protestas por su incapacidad para superar la devastadora crisis económica en Sri Lanka estallaron en violencia.
Rajapaksa renunciará el 13 de julio, mientras que el primer ministro de Sri Lanka Wickremesinghe también dijo que renunciaría para permitir que un gobierno interino donde todos los partidos asumiera el control, según el presidente del parlamento.
“Estaremos aquí hasta el 13 o 14 para ver si renuncia o no. Porque ya no confiamos en él, porque ya rompió nuestra confianza, la confianza de nuestro país y ya vendió nuestro país”, dijo el manifestante Akushla Fernando.
El presidente de Sri Lanka, Gotabaya Rajapaksa, renunció y huyó como una rata, después de que los manifestantes rodearan su casa a medida que empeora la crisis económica en el país.#SriLankaProtests #SpaceAntispecisme #PorAzeroth #700drinks pic.twitter.com/1XocqlVBcM
— Mari Roja (@ma_mari1998) July 10, 2022
Asalto a las residencias oficiales
Aunque la calma había regresado a las calles de Colombo el domingo, durante todo el día los curiosos de Sri Lanka deambularon por el saqueado palacio presidencial y la residencia del primer ministro. Los miembros de las fuerzas de seguridad, algunos con rifles de asalto, se pararon fuera del recinto pero no impidieron que la gente entrara.
Algunos manifestantes jugaron el juego de mesa “Carrom” en la residencia oficial del Primer Ministro llamada “Tree Temple”, mientras que otros se veían descansando en lujosos sofás y camas.
El caos político podría complicar los esfuerzos para sacar a Sri Lanka de su peor crisis económica en siete décadas, provocada por una grave escasez de divisas que ha paralizado las importaciones de productos básicos como combustible, alimentos y medicinas.
El colapso financiero se desarrolló después de que la pandemia de Covid-19 golpeara la economía de Sri Lanka, al acabar con el turismo y reducir las remesas de los trabajadores en el extranjero.
Se ha visto agravado por la gran y creciente deuda del gobierno, el aumento de los precios del petróleo y una prohibición de siete meses sobre la importación de fertilizantes químicos el año pasado que devastó la agricultura de Sri Lanka.
🇱🇰 La multitud ha asaltado el palacio presidencial en Sri Lanka en medio de las protestas por la grave situación económica que vive el país. El presidente ha huido.pic.twitter.com/jllJBJQ1Ms
— Eduardo Bayón (@edubayon_) July 9, 2022