Colapsa el túnel “El Tornillo": la obra millonaria que se vino abajo con las primeras lluvias
La combinación entre las lluvias con una construcción deficiente y millonaria, se tiene como resultado el colapso del túnel “El Tornillo” en Oaxaca.
Si se combinan las lluvias con una construcción deficiente y millonaria, se tiene como resultado lo que sucedió en Oaxaca, donde colapso el túnel “El Tornillo”, una obra que costo miles de millones de pesos y que fue inaugurada apenas en enero, que además fue presumida como una obra de infraestructura histórica para Oaxaca.
Después de posponer 3 veces su inauguración, la echaron a andar a las prisas a inicio del año y con las primeras lluvias sucumbió. Un deslave tapó el túnel “El Tornillo” de la llamada supercarretera al istmo y fue cerrada el viernes pasado.
“La terminamos a medias y pasa este tipo de cosas, esas prisas por inaugurar las obras para que vaya el presidente el que sea a inaugurar, la presidenta en este caso sin que esté verdaderamente terminada o sin que verdaderamente se haya hecho el cálculo adecuado para que estas obras puedan funcionar”, dijo Jorge Smeke, académico de la Universidad Iberoamericana.
Despilfarros en construcciones millonarias
Pero detrás de esta supercarretera que va de la capital de Oaxaca a Tehuantepec hay una historia de despilfarros. En 2010 cuando inicio su construcción, se presupuestaron 9 mil 917 millones de pesos.
Pero en el sexenio de López Obrador se dio un inesperado interés por esta obra cuyo costo se disparó 5 veces más: 42 mil millones de pesos.
“Es un sello en general de las grandes obras de este país, sucedió en el sexenio pasado, el tren maya que a todas luces económicamente es un fracaso no tiene justificación económica, luego si nos vamos a la refinería que no refina ya no nada más es la Construcción pese lo que tiene sobrecostos, luego no se obtiene una utilidad sobre ella”, mencionó Jorge Smeke, académico de la Universidad Iberoamericana
Y a todo esto, agregue que al anterior presidente se le ocurrió que esta carretera debía ser de los mexicanos, con el dinero de los contribuyentes.
Había sido presumida como una obra de infraestructura histórica para #Oaxaca…
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) June 24, 2025
Después de posponer tres veces su inauguración, echaron a andar con prisas la supercarretera al Istmo y con las primeras #lluvias sucumbió; un deslave tapó el túnel "El Tornillo", que permanece… pic.twitter.com/3cUobZxwhJ
“39.10 para decirlo con toda claridad le compramos su concesión. 41.57 y ya la carretera la va a manejar una empresa pública, CAPUFE, aquí está la directora”, mencionó Andrés Manuel López Obrador, expresidente de México.
Así pagó por la concesión que tenía una constructora privada, una cantidad hasta ahora no revelada. “Tenemos un estado que quiere acaparar cosas a un costo brutal para los mexicanos, pero que suena bien, ese es el tema del populista, se lo quito el empresario voraz para dárselo al Pueblo”, dijo Jorge Smeke, académico de la Universidad Iberoamericana.
Y estas son las consecuencias, obras hechas al vapor, que terminan costando una fortuna y que usted termina pagando para que los políticos hagan caravanas con sombrero ajeno.