En una reciente visita al un programa de espectáculos mexicano, Violeta Isfel compartió pasajes poco conocidos de su trayectoria artística. Aunque habló de sus proyectos actuales, lo que más llamó la atención fue la anécdota sobre su relación con Eiza González durante la grabación de Lola, érase una vez.
La actriz confesó que en aquella etapa buscaba papeles juveniles, pese a no sentirse del todo adecuada físicamente para esos roles. Finalmente, aunque no consiguió el protagónico, sí logró un papel que la colocó frente a Eiza, con quien no tuvo el mejor inicio de relación. “Justo en esa época Eiza no me quería mucho”, relató Isfel entre risas, sorprendiendo a la audiencia.
Una conexión inesperada
Con el paso del tiempo, la tensión entre ambas comenzó a disiparse gracias a Omar, el hijo de Violeta, quien logró entablar una amistad con la entonces joven actriz. Ese vínculo abrió la puerta a una relación más cercana, donde ambas empezaron a comprenderse mejor.
Violeta Isfel relata cómo se dio cuenta que necesitaba terapia
Años más tarde, un reencuentro permitió que hablaran abiertamente sobre lo difícil que fue para Eiza enfrentarse a la presión de sus primeros proyectos. Violeta recordó haberla animado con un consejo sincero: “Tú eres una chingona y lo vas a lograr”.
Orgullo por su éxito internacional
Hoy en día, Isfel asegura que siente un gran orgullo por los logros que González ha alcanzado en Hollywood y la industria internacional. La actriz destacó que, a pesar de los roces iniciales, lo más valioso fue haber construido un respeto mutuo que perdura hasta ahora.
Con una carrera sólida en telenovelas, teatro y comedia, Violeta continúa vigente en el medio artístico y mantiene contacto constante con sus seguidores a través de redes sociales, donde comparte tanto su faceta personal como profesional.