Muchos actores, antes de encontrar su verdadera pasión, pasan por caminos profesionales muy distintos. No es raro que algunas de las figuras más queridas del cine o la televisión hayan estudiado carreras tradicionales, ejercido durante años en otras áreas e incluso alcanzado el éxito en profesiones completamente ajenas al arte. Sin embargo, el llamado artístico termina siendo más fuerte y los lleva a cambiar el rumbo de sus vidas por completo. Esto es lo que sucedió con uno de los integrantes de El Chavo del 8, más precisamente Édgar Vivar, uno de los artists más recordados de este programa tan exitoso.
Antes de interpretar al icónico Señor Barriga y al tierno Ñoño, Vivar estudió medicina y llegó a ejercer como médico. Se formó en prestigiosas universidades de México y tuvo una breve carrera en el ámbito de la salud.
Pero su participación en talleres de teatro universitario despertó una pasión que no pudo ignorar. Poco tiempo después, conoció a Roberto Gómez Bolaños, quien lo invitó a unirse a su elenco, marcando así el inicio de una carrera artística que lo haría famoso en toda América Latina.
¿Cómo fue la formación de Édgar Vivas?
Su formación universitaria comenzó en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y continuó en la Universidad Iberoamericana, donde se graduó como médico.
Vivar no solo se conformó con el título, sino que fue más allá y se especializó en ginecología y obstetricia, ejerciendo su profesión durante varios años. Sin embargo, mientras pasaba largas horas en hospitales, también cultivaba su gran pasión que era el arte. La transición a la actuación llegó en 1972, cuando recibió una llamada que cambiaría su vida. Roberto Gómez Bolaños, más conocido como Chespirito, lo invitó a sumarse al elenco de su nuevo programa. Con esa oportunidad sobre la mesa, Vivar tomó una decisión radical: dejó la medicina para entregarse por completo a esta nueva faceta.
Con el paso del tiempo, ha contado que la medicina y el arte no son tan distintos: “Ambos buscan aliviar el dolor: la medicina, el físico; y el arte, el del alma”. Durante un tiempo intentó equilibrar ambas labores, pero la creciente demanda y el éxito del programa lo llevaron a elegir definitivamente la actuación.
En la actualidad, continúa en los medios, aunque de una forma menos activa. Si bien, en el último tiempo tuvo que enfrentar diversos desafíos médicos, está convencido de que las luces y el espectáculo lo mantiene de pie. “Si sigues inspirando, no caerás en el olvido”, es una de sus frases de cabecera y al mismo tiempo, la que le da impulso a continuar vigente.