El terreno donde se proyectaba la construcción del Aeropuerto Internacional en Texcoco ya también fue invadido, a pesar de tratarse de un área natural protegida de gran importancia ambiental. Activistas y pobladores del Estado de México alertaron que el espacio, correspondiente al Lago de Texcoco, ahora presenta un crecimiento irregular con casas improvisadas, calles trazadas y asentamientos que avanzan cada vez más.

Un poblado irregular en el Lago de Texcoco

En recorridos recientes, se constató que la zona se asemeja a un pequeño poblado en expansión: calles mal definidas, viviendas a medio construir y más de un centenar de casas ya habitadas. Según habitantes de Atenco, en el vaso regulador conocido como “El Caracol” se han ocupado alrededor de 40 hectáreas con cerca de 100 viviendas; mientras que en la zona llamada “La Oreja” se estiman 150 casas adicionales en un área de más de 80 hectáreas.

La situación resulta preocupante porque ambos espacios se encuentran dentro del Área de Protección de Recursos Naturales Lago de Texcoco, considerada estratégica para la captación de agua y la prevención de inundaciones en el Valle de México.

Activistas denuncian invasión organizada en Texcoco

De acuerdo con activistas, los asentamientos no son improvisados, sino el resultado de acciones sistemáticas. “Son casitas, como dicen: ya tengo mi terreno, un plan hormiga. Fueron poco a poco pero de manera organizada”, señaló Adán Espinosa Rojas.

Los pobladores atribuyen la invasión a sindicatos vinculados con las empresas que en su momento participaron en la cancelada obra del aeropuerto, además de señalar la presencia de grupos invasores identificados como USON y 25 de Marzo.

Autoridades ausentes ante la invasión en el que sería el aeropuerto de Texcoco

A pesar de que el problema fue denunciado desde hace al menos cuatro años, poco se ha hecho para frenar el avance de estas ocupaciones. La Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) apenas notificó en julio a los invasores que deben desalojar, al estar en un espacio de conservación. Sin embargo, hasta ahora no se ha concretado ningún desalojo efectivo.

“Este espacio debe mantenerse con su vocación natural, permitir la entrada y conservación del agua”, explicó el activista Alberto Tonatiuh, quien también confirmó que recientemente se inició una demanda para liberar nuevamente las tierras.

Lo más alarmante, señalaron organizaciones civiles, es que esta invasión masiva ocurrió frente a la vista del gobierno estatal, de los municipios de Atenco y Ecatepec, y de la propia CONANP, sin que se implementaran medidas inmediatas para detenerla.

El riesgo ambiental en la zona

La invasión del terreno donde se construiría el Aeropuerto Internacional en Texcoco ya también fue invadido representa un peligro ambiental para toda la región, ya que se trata de un espacio vital para la recarga de acuíferos y la prevención de inundaciones. Expertos advierten que la pérdida de esta zona de conservación podría agravar la crisis hídrica y aumentar la vulnerabilidad de millones de habitantes del Valle de México.