Las uñas más largas del mundo, la torre de hamburguesas más alta, la mayor cantidad de cucharas adheridas a un cuerpo. Hazañas que se mueven en la delgada línea entre la superación humana y lo puramente ridículo, pero que tienen un hogar en común: el Libro Guinness de los Récords, que este año celebra su 70º aniversario.
Lo que comenzó como una simple discusión de caza en la Irlanda de los años 50 se ha convertido en un fenómeno global, un notario de las obsesiones y los logros más extraños del planeta.
La idea surgió en 1951, cuando Sir Hugh Beaver, entonces director general de la cervecería Guinness, se frustró al no poder resolver una apuesta sobre cuál era el ave de caza más rápida de Europa. De esa anécdota nació el concepto de un libro que pudiera zanjar este tipo de debates. El primer ejemplar se publicó en 1955, sin que nadie imaginara que se convertiría en un ícono cultural.
Today is our 70th birthday and who better to light the cake candles than the world's shortest woman, Jyoti Amge 🎂 pic.twitter.com/cxP33UD0Bz
— Guinness World Records (@GWR) August 27, 2025
Ashrita Furman: el hombre récord
Si hay una persona que encarna el espíritu del Libro Guinness, es el estadounidense Ashrita Furman. Ostenta el récord de ser la persona con más récords Guinness de la historia, habiendo superado más de 600 marcas y manteniendo activas más de 200. Su vida es una dedicación constante a lo extraordinario.
Su primer récord, en 1979, fue realizar 27 mil jumping jacks (saltos de tijera). Desde entonces, su lista de proezas incluye hacer malabares bajo el agua, recorrer la mayor distancia sobre un palo de juguete o reventar globos con la espalda. Furman ha convertido la superación de límites, por absurdos que parezcan, en una forma de vida.
La obsesión por lo bizarro
Más allá de la resistencia física, el libro es un catálogo de la excentricidad humana. En sus páginas figura el georgiano Etibar Elchiyev, conocido como el “hombre imán”, que logró mantener 50 cucharas de metal pegadas a su cuerpo.
También se registra la colección de patitos de goma más grande del mundo, propiedad de la estadounidense Charlotte Lee, con más de 5 mil ejemplares. Los animales no se quedan atrás: un perro japonés llamado Purin consiguió el récord de atrapar 14 balones de fútbol con sus patas en un solo minuto. Estos récords demuestran que no hay campo demasiado extraño para la competición.
De la plancha a Bad Bunny: los récords en la era moderna
El libro ha sabido adaptarse a los nuevos tiempos, registrando hazañas que reflejan tanto la resistencia física como el impacto de la cultura digital. Por un lado, se encuentra el récord del exmarine estadounidense George Hood, quien aguantó más de ocho horas en posición de plancha (planking).
Por otro, la música ha entrado con fuerza. El artista puertorriqueño Bad Bunny ostenta el récord del álbum más reproducido en la historia de Spotify, con Un verano sin ti superando los 20 mil millones de escuchas. Este contraste demuestra la capacidad del libro para mantenerse relevante, certificando desde proezas atléticas sobrehumanas hasta fenómenos de la cultura pop.
HAPPY BIRTHDAY UShttps://t.co/QMwKeGuCRP
— Guinness World Records (@GWR) August 27, 2025
Setenta años después de una discusión sobre aves, el Libro Guinness sigue siendo el notario oficial de los límites de la imaginación humana. Desde el atleta de élite hasta el coleccionista de patitos de goma, demuestra que para cada obsesión, por extraña que sea, hay un récord esperando ser roto.