En Colima, una madre buscadora vive bajo otra identidad. A veces se hace pasar por enfermera, maestra o comerciante. No lo hace para sobrevivir, sino para buscar a su hija desaparecida hace seis años. Su rostro se mantiene oculto, pero su voz refleja todo: dolor, coraje e impotencia.
“Hasta eso me robaron, el miedo”, dice con la mirada firme. “Lo que uno tiene es coraje, impotencia y dolor. Porque sé que hay personas que saben y no me lo dicen.”Desde entonces, se ha internado en zonas dominadas por grupos criminales, arriesgando su vida para obtener información, recorrer terrenos y excavar con sus propias manos. Aunque no ha encontrado a su hija, ha descubierto decenas de fosas clandestinas.
Colima, el segundo estado con más fosas clandestinas
El horror que ella enfrenta no es aislado. De acuerdo con datos oficiales, Colima ocupa el segundo lugar nacional en hallazgos de fosas clandestinas, con 308 entierros ilegales, solo por debajo de Veracruz (344) y por encima de Sinaloa (283).
“Y sigue habiendo”, relata. “No son de este año, hay fosas desde 2012. Nos dicen dónde están, y muchas ni siquiera se han abierto.”Las cifras reflejan un panorama devastador. Los colectivos de búsqueda en Colima aseguran que la situación va en aumento, sin que existan acciones efectivas por parte de las autoridades.
“Tecomán es un cementerio a voces”
María del Carmen Sepúlveda, otra madre buscadora, lo dice con desesperación: “Se siguen desapareciendo personas, ya no solo jóvenes, también mujeres y adultos. Es de todo.”
Mientras que Mariana Mendoza, quien busca a su hermano, expresa frustración: “Le he dado datos a la fiscalía, nombres, ubicaciones… y no hacen nada. Mi Tecomán es un panteón, un cementerio a voces que el gobierno no escucha.”
El dolor colectivo de las familias se mezcla con el abandono institucional, generando una sensación de que buscar a un desaparecido en Colima es tarea solitaria y peligrosa.
El reclamo no solo es a las autoridades locales, sino también a las federales. Adrián Fonseca, padre buscador, lamenta la indiferencia política ante esta crisis humanitaria:
“Desde que estaba en campaña nunca tocó el tema de los desaparecidos. Ahora que ya es presidenta, menos. En Colima tenemos un rezago enorme de expedientes y una gobernadora que ni en el estado está.”
Las familias temen que, de continuar así, Colima pronto encabece la lista de estados con más fosas clandestinas, sin capacidad forense para identificar los restos ni voluntad política para cambiar la situación.