Sonia Burns es una nómada digital, es decir, trabaja de manera remota y está en constante movimiento, ella es estadounidense, imparte clases virtuales para una escuela en Illinois, pero vive en la colonia Condesa, en la Ciudad de México (CDMX).
“A partir de la pandemia es que cambió todo de esta forma, y muchas de las escuelas están aprovechando la oportunidad de contratar a profesores vía remota, también tengo otro contrato de jornada parcial que escribo lecciones en una plataforma de Story y estoy intentando sacar una vida así", relata esta profesionista originaria de Estados Unidos.
Sonia gana un salario en dólares estadounidenses y gasta en pesos mexicanos, por esa misma razón miles de extranjeros han decidido asentarse en colonias de la Ciudad de México (CDMX) como la Roma, la Narvarte o Polanco.
En 2019, el gobierno de México otorgó 17 mil 829 residencias a estadounidenses, pero en 2021 se llegó a una cifra récord, pues se otorgaron 22 mil 076 residencias, lo que representa un aumento del 24% al año.
Pero a decir de expertos esta dinámica de los nómadas digitales tiene pros y contras.
Derrama económica beneficia a México
Josué Arreola, especialista del sector inmobiliario, señala: “Las ventajas son que, obviamente, entre más gente viene hay mayor derrama económica, se ven beneficiados los restaurantes, se ven beneficiados todos los prestadores de servicios alrededor de esta zona”.
Y lo mismo está pasando con canadienses y ciudadanos de países europeos, nómadas digitales como Louise Luxhøj, originaria de Dinamarca, quien es abogada, trabaja para una empresa danesa y lleva casi dos años radicando en México. “Me pagan en corona danesa, es un muy buen sueldo como abogada, y claro que aquí todo está mucho más barato que en mi país, entonces aquí puedo hacer muchas más cosas, yo puedo invertir en cosas, yo puedo disfrutar la vida”, señala.
Impacto en precio de vivienda
Pero, los expertos aseguran que el impacto de un poder adquisitivo mucho mayor en una determinada zona no siempre es positivo. “Toda la gente que rentaba un departamento desde hace tiempo bajo niveles normales de precio en pesos, pues resulta que les piden el departamento porque lo van incrementar más allá del 10%, 20%, y es imposible para un local poder pagar eso”, precisa Josué Arreola.
Este fenómeno ha despertado un fuerte debate. Por un lado, porque deja una importante derrama económica en estas zonas de la Ciudad de México (CDMX), pero por el otro, el aumento en los precios de las viviendas y hasta un cambio en las dinámicas sociales, las costumbres y el lenguaje.
