La violencia que atraviesa México volvió a sacudir al sur de Veracruz. Lázaro Francisco Luría, exalcalde del municipio de Chinameca, fue encontrado sin vida entre sembradíos de maíz, luego de haber sido secuestrado tres días antes.
Así encontraron el cuerpo de Lázaro Francisco Luría
De acuerdo con reportes locales, la mañana del miércoles autoridades del municipio de Oteapan fueron alertadas sobre la presencia de un cuerpo sin vida en una zona rural, a un costado de la carretera que conecta Oteapan con Zaragoza.
Al acudir al lugar, los elementos policiacos confirmaron que se trataba del cuerpo de un hombre de aproximadamente 60 años, vestido con pantalón de mezclilla azul, playera blanca y huaraches.
Los peritos determinaron que la víctima presentaba señales de violencia y que su cuello había sido cortado con un arma blanca, lo que habría sido la causa de la muerte.
Tras las diligencias correspondientes, la Fiscalía General del Estado (FGE) trasladó el cuerpo al Servicio Médico Forense, donde más tarde fue identificado por familiares como el del exalcalde Lázaro Francisco Luría.

Exalcalde de Chinameca estaba secuestrado previo a su muerte
Aparentemente, el exalcalde Lázaro habría sido secuestrado el fin de semana anterior en Chinameca, su municipio de origen. Los captores se comunicaron posteriormente con sus familiares para exigir un rescate a cambio de liberarlo con vida.
¿Quién era Lázaro Francisco Luría?
Lázaro Francisco Luría asumió la presidencia municipal de Chinameca en 2012, tras la destitución del entonces alcalde propietario, Martín Padua Zúñiga, investigado por presuntos vínculos con la delincuencia organizada.
Padua, emanado del Partido Acción Nacional (PAN), fue detenido junto a presuntos integrantes de Los Zetas y trasladado a la Ciudad de México bajo una investigación de la Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada (SIEDO).
Lázaro Francisco tomó protesta ese mismo año siendo suplente y concluyó su administración en 2013. Hoy, su asesinato se suma a la lista de exfuncionarios víctimas de la violencia en México, un país donde ser político local sigue siendo una de las profesiones más peligrosas.













