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“Esto no es ayuda": Denuncian disparos de precisión en las “Colas del hambre” de Gaza

Un nuevo informe de Médicos Sin Fronteras denuncia que los puntos de ayuda en Gaza, conocidos como “Colas del hambre”, son “laboratorios de crueldad”.

Civiles palestinos se agolpan en un punto de distribución de ayuda en Gaza.
Civiles palestinos se agolpan en un punto de distribución de ayuda en Gaza. Un nuevo informe de Médicos Sin Fronteras denuncia que estos lugares son escenario de ataques intencionados y sistemáticos.|REUTERS
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En uno de los informes más duros de su historia, Médicos Sin Fronteras (MSF) denunció que los puntos de distribución de alimentos en Gaza se han convertido en “laboratorios de crueldad” donde civiles hambrientos son blanco de ataques intencionados. El reporte, titulado “Esto no es ayuda, es un asesinato orquestado”, revela un patrón de violencia sistemática, respaldado por datos clínicos que muestran una alarmante precisión en los disparos en las “Colas del hambre”.

Según la organización, el 11% de los heridos por bala atendidos en una de sus clínicas en el sur de la Franja presentaban impactos en la cabeza o el cuello, lo que sugiere una clara intención de matar.

La anatomía de un ataque

El análisis de las heridas de cientos de pacientes revela que los disparos no son accidentales ni indiscriminados. La “precisión anatómica” de las lesiones, concentradas en zonas vitales como la cabeza, el cuello y el pecho (19%), apunta a una táctica deliberada. La directora general de MSF, Raquel Ayora, describe escenas de “niños disparados en el pecho mientras buscaban comida” y “multitudes enteras acribilladas a balazos”.

El informe subraya que las víctimas son a menudo adolescentes, enviados por sus familias, a lo que la organización califica como un “entorno letal”, ya que son los únicos con la capacidad física para soportar las peligrosas colas con la esperanza de conseguir algo de comida.

La “ayuda” bajo sospecha

El sistema de reparto de alimentos en el centro de la controversia está gestionado por la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), una entidad respaldada por la anterior Administración Trump y el actual gobierno de Benjamin Netanyahu. Israel autorizó a esta fundación a operar en zonas bajo su control militar tras meses de un asedio total que sumió a la Franja en una situación de hambruna.

Sin embargo, desde su implementación, el modelo ha sido criticado por la ONU y otras organizaciones por su falta de transparencia y su incapacidad para garantizar una distribución segura y neutral, un requisito fundamental del derecho humanitario. MSF acusa a la GHF de ser parte de un “esquema mortal” que institucionaliza la “política de hambre” de las autoridades israelíes.

La denuncia de MSF no deja lugar a interpretaciones y concluye con una exigencia clara: el fin inmediato de este sistema de reparto, que la gestión de la ayuda regrese a la ONU y un llamado directo a Estados Unidos para que cese todo apoyo financiero y político a la GHF.

Para la organización, lo que ocurre en los puntos de reparto no son incidentes aislados. No es ayuda. Es un asesinato orquestado.

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