La asistente ejecutiva en California, Ping “Jenny” Gao, de 55 años, admitió ante la Corte Federal su participación en un esquema que desvió más de 8.5 millones de dólares de cuatro cuentas bancarias corporativas de su jefe.
Gao utilizó cuentas secretas creadas a su nombre para transferir los fondos sistemáticamente, dando inicio a una costosa ronda de gastos.
As a result of an #FBI San Diego investigation, Ping “Jenny” Gao has pleaded guilty in federal court, admitting that she embezzled more than $8.5 million from her employer by draining four bank accounts belonging to his U.S. companies.
— FBI San Diego (@FBISanDiego) November 19, 2025
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Qué compró con 8 mdd
Entre las compras de lujo se incluyen:
Una mansión de 2.9 millones de dólares (53 millones 190 mil pesos) en Point Loma, con vistas a la Bahía de San Diego. Esta es una península y un barrio residencial costero en California, conocido por ser una zona exclusiva, con impresionantes vistas al océano y a la bahía, y con una rica historia. Algunas de las actividades que se pueden realizar ahí son el senderismo, surf, pesca y la visita a su histórico Monumento Nacional Cabrillo.
Un automóvil Porsche valorado en 160 mil dólares (2 millones 934 mil pesos).
Cientos de miles de dólares gastados en tiendas de moda de alto nivel.
En su acuerdo de culpabilidad, Gao confesó haber transferido más de un millón de dólares a sus cuentas personales, aunque la magnitud total del fraude superó los ocho millones y medio de dólares.
A California executive assistant has pleaded guilty to stealing over $8.5 million from her employer to fund a lavish lifestyle that included a waterfront mansion and a luxury car.
— True Crime Updates (@TrueCrimeUpdat) November 20, 2025
Ping "Jenny" Gao, 55, of Point Loma, admitted to wire fraud and money laundering after… pic.twitter.com/xfVE2WgIZu
Qué pasó cuando se enteró su jefe
Cuando su jefe descubrió el robo y presentó una demanda civil, Gao intentó encubrir el fraude con una defensa falsa. La ejecutiva afirmó que el demandante era un impostor y que los fondos provenían de inversiones personales en China, llegando a pagar más de 100 mil dólares (un millón 834 mil pesos) para fabricar evidencia y cometer perjurio en la corte.
A pesar de que el Tribunal Superior emitió múltiples órdenes prohibiéndole gastar o mover el dinero, Gao ignoró las restricciones. Realizó una transferencia de 1.6 millones de dólares (29 millones de pesos) a una cuenta en Hong Kong, y luego de perder el juicio, vendió el Porsche a CarMax por 75 mil dólares (un millón 375 mil pesos).
Acto seguido, convirtió un cheque de caja de 70 mil dólares (un millón 839 mil pesos) en efectivo a través de un tercero, violando directamente las órdenes judiciales.
Gao se declaró culpable el 13 de noviembre, enfrentándose ahora a la posibilidad de hasta 30 años de prisión por fraude electrónico y 20 años adicionales por el cargo de lavado de dinero por ocultación. Además, enfrenta multas que superan los 500 mil dólares (9 millones 171 mil pesos).
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