La angustia se cierne sobre la familia de Carlos Emilio Galván, un joven originario de Durango que desapareció hace más de dos meses en la Zona Dorada de Mazatlán, Sinaloa. Han transcurrido 61 días desde aquel fatídico 5 de octubre, cuando el muchacho de 21 años fue visto por última vez al interior del establecimiento conocido como Bar Terraza Valentino. A pesar de la gravedad del caso, el tiempo transcurre sin respuestas concretas, sumiendo a sus seres queridos en una profunda desesperación.
Carlos Emilio Galván desapareció hace más de dos meses en Mazatlán
Las autoridades han referido de manera vaga la existencia de diversas hipótesis y la vinculación de algunas personas en la investigación. Sin embargo, estas declaraciones no se han traducido en progreso tangible. La falta de claridad en las pesquisas mantiene en vilo a la familia, que clama por una línea de acción definida que conduzca al paradero de Carlos Emilio.
En un acto de absoluta desesperación y búsqueda de eco, Brenda Venezuela, la madre del joven desaparecido, emprendió un viaje desde Durango hasta la capital del país. Su objetivo era hacerse escuchar en las más altas esferas, llegando incluso a las inmediaciones de Palacio Nacional para presionar y obtener una audiencia que reactive el caso de su hijo.
La madre de Carlos, Brenda Venezuela, exige respuestas a las autoridades
En entrevista para Hechos AM, la señora Venezuela compartió la difícil realidad que enfrentan: “Es una experiencia que no alcanzaría quizás a describir con palabras”, expresó, detallando que esta situación ha transformado el secuestro de su hijo en un secuestro emocional de toda la familia. Se sienten desamparados y desahuciados por las instituciones que deberían garantizar su protección.
Al ser cuestionada sobre las supuestas líneas de investigación que manejan los encargados del caso, la respuesta de la madre fue contundente: no tienen conocimiento confirmado de ellas.
“No se nos ha manejado que contemos ya no quisiera con varias líneas de investigación, sino con una, al menos, con una línea que nos pudiera apuntar o que nos pudiera ir encaminando hacia mi hijo,” afirmó, recalcando que dos meses sin avances representan un tiempo valioso en el que la vida e integridad de su hijo están en riesgo creciente. Para ella, la respuesta ambigua y la lentitud después de 61 días resultan inaceptables.
Denuncian la falta de avances en la investigación
La señora Brenda lanzó un llamado urgente y directo a los responsables de la investigación. Su voz, enfatizó, es la voz que su hijo no tiene para defenderse. Solicitó a todas las instancias correspondientes actuar con la máxima urgencia que el caso demanda.
“Así como un día nosotros como ciudadanos elegimos a las autoridades que hoy nos representan y que deberían ser las que estén para respaldarnos y para ayudarnos a darle solución a este caso, pues que hoy atiendan de verdad que la vida de mi hijo está en riesgo”, suplicó.
Denunció que este no es un incidente aislado, sino que forma parte de una problemática que, según ella, se ha vuelto sistemática en Mazatlán. Instó a no esperar más, criticando la gran cantidad de lagunas e información incompleta que desvían el foco de la búsqueda.
El desgarrador viaje de Brenda, plantándose ante la máxima sede del poder, es un símbolo de la desesperación que embarga a miles de familias rotas por la incertidumbre. El caso de Carlos Emilio Galván se ha convertido en el doloroso retrato de aquellos que no saben dónde están sus seres queridos, una ansiedad que desborda a cualquier padre o madre.












