Si algo caracterizó a la administración pasada del gobierno federal fue “entregar” obras inconclusas: pasó con el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya y a la lista se suma el Puente Nichupté en Cancún. Los escándalos de corrupción desdicen su discurso de austeridad y tampoco el Infonavit se irá limpio.
El Puente Nichupté prometió ser la solución al caos vial en la zona hotelera de este sitio turístico. La fecha de entrega debía ser en enero de 2024, pero ahora no hay fecha de entrega, mientras sigue absorbiendo recursos.
Tanto arquitectos como ambientalistas apuntan que no se contó con los debidos estudios ambientales, pues la obra atraviesa manglares y al cruzar por un cuerpo de agua se hizo “un puente sobre otro puente” para intentar concluirlo. Los retrasos ya triplicaron la cifra inicial invertida, cosa que tampoco extraña si recordamos el ecocidio y fracaso económico del Tren Maya.
Infonavit: créditos incosteables y desvíos millonarios
También se prometió que se limpiaría la corrupción, que iniciaría desde arriba, así como se limpian las casas, según se decía desde Palacio Nacional.
Lo cierto es que al día de hoy la corrupción sigue siendo el flagelo de la ciudadanía, prueba de ello es el saque que del que es víctima el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit).
Existen denuncias contra exfuncionarios del Infonavit por corrupción coludidos con despachos de notarios que causaron daños de más de 4 millones de pesos y el hilo sigue sin cortarse, pues aunque 22 funcionarios ya fueron detenidos, las investigaciones siguen.
El instituto, que se supone que tenía que ser un apoyo para que los trabajadores tuvieran acceso a una vivienda digna, ahora afecta a por lo menos 373 mil afectados.
Caso Rosalinda Avalos y su defensa contra el estado
En medio de la zozobra política y el retroceso de la Ley de Amparo, existe un ápice de esperanza sobre la lucha ciudadana: Rosalinda Ávalos y su hija reciben protección federal, luego de estar años bajo amenaza por denunciar a Sabas Santiago Ipiña de estar coludido con el crimen organizado y además de buscar un lugar en la mal llamada Elección Judicial.
Esta mujer, ejemplo de ciudadanía, denunció que este policía, quien estaría implicado en el asesinato de sus hijos buscaba ser juez.
Fue gracias a la intervención de esta mujer que el comité excluyó a Sabas Santiago Ipiña del proceso por no tener los requisitos legales, pero si no hubiera levantado la voz, hoy estaría ocupando un lugar en el sistema judicial “impartiendo justicia” bajo el cobijo de esta administración que promete mucho y cumple con poco.
La lucha de Rosalinda es el ejemplo de lo que debe ser la tenacidad ciudadana, de no cesar ante el hostigamiento federal, de no dar un paso atrás frente a los atropellos de un gobierno que hace su capricho a expensas de la necesidad de la gente.