En las últimas horas, desde Ucrania se reportó una consecuencia inesperada de la explosión que azotó la represa hidroeléctrica de Kajovka, en el sur de la ciudad de Jersón, el pasado 6 de junio. Debido a las inundaciones que causó, soldados rusos estarían sufriendo el contagio de un virus provocado por el agua infectada.
Según la información reportada por medios británicos, concretamente por el Daily Star, algunos elementos de las tropas de Putin han tenido que ser trasladadas a hospitales debido a la cólera, un virus provocado por las calles inundadas en Jersón, en particular por la cantidad de líquido que han tenido que ingerir ante el desabasto de agua purificada.
El brote de cólera incluso ya ha cobrado la vida de soldados rusos, pues se trata de una infección que, si no es atendida a tiempo, resulta mortal para alrededor del 50% de los contagiados. Por este motivo, varios militares han tenido que remitirse a centros de salud para evitar acumular bajas por este virus en medio de la guerra entre Rusia y Ucrania.
Esta información fue recabada por el diario inglés a través de la comunicación de Atesh, un movimiento militar ucraniano, quienes el pasado lunes 19 de junio, filtraron datos desde sus informantes en las bases rivales, quienes aseguran que los elementos de Rusia están recibiendo tratamiento para combatir la bacteria.
¿Qué está pasando en Ucrania con la cólera?
“Unidades enteras de la dirección de Kherson ubicadas a lo largo del Canal del Norte de Crimea (han perdido) su capacidad de combate y son llevadas a la retaguardia para recibir tratamiento. Varios soldados rusos murieron”, reporta el Daily Star respecto a la información difundida por Atesh.
El primer indicio culpa a la toma de agua por parte de los rusos de fuentes abiertas, ya que no se ha podido hacer llegar el agua embotellada o purificada debido a las inundaciones. Esta situación, desatada por la explosión de la presa, representa un daño a la naturaleza y podría desencadenar varias infecciones, según el grupo militar.
Por este mismo motivo, instaron a los residentes de Kherson y Crimea a estar “especialmente atentos al agua que consumen"; sin embargo, hasta el momento la información no ha sido confirmada por autoridades rusas ni ucranianas, pues se trata de un momento delicado para la tensión que se vive en la zona.
Además, respecto a la explosión que desbordó gran parte del agua en la presa, desde Moscú han negado haber provocado el estallido, pero desde Kiev señalan al gobierno de Putin de haber detonado explosivos en la zona.