El estado de Tabasco ha sido sacudido por una brutal ola de violencia que, en un lapso de 24 horas entre el martes y el miércoles, ha dejado un saldo de al menos siete personas ejecutadas, tres de ellas mujeres, en distintos municipios.
La jornada de terror se extendió hasta la mañana de este jueves con el hallazgo de cuerpos mutilados y decapitados en Cunduacán y Teapa, acompañados de narcomensajes, signos de extrema violencia que de inmediato apuntaron hacia el crimen organizado.
Estos hechos, marcados por la brutalidad, apuntan a un recrudecimiento de la disputa por el territorio entre grupos criminales rivales, mientras las autoridades estatales guardan silencio.
Racha de ejecuciones en Tabasco: Tres mujeres entre las víctimas
La violencia se extendió por varias regiones del estado, con un modus operandi similar: ataques directos con armas de fuego.
- Jalpa de Méndez: Dos personas que viajaban en una motocicleta sobre el periférico de la ciudad fueron asesinadas a balazos por sicarios que se les emparejaron.
- Villahermosa: La tarde del miércoles, una mujer fue ejecutada en la colonia Tasta de la capital. Los vecinos solo escucharon los disparos y encontraron su cuerpo en la banqueta.
- Centro y Huimanguillo: Se reportaron otros cuatro homicidios dolosos contra hombres en estos municipios, todos perpetrados con armas de fuego.
El comienzo de octubre en #Tabasco se tiñó de sangre: se registraron 7 ejecuciones en 24 horas, incluyendo tres mujeres, en municipios como Jalpa de Méndez y Villahermosa.
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) October 2, 2025
Los cuerpos fueron hallados con extrema violencia, con mutilaciones y decapitaciones, acompañados de… pic.twitter.com/PZeYNGzw1A
Escala el narcoterror: Hallan cuerpos desmembrados
La espiral de violencia alcanzó su punto más álgido la mañana de este jueves, cuando las autoridades confirmaron el hallazgo de restos humanos en dos municipios distintos:
- En Cunduacán y Teapa: Fue localizado un cuerpo mutilado en cada una de estas localidades.
- Narcomensajes: Junto a los restos, los criminales dejaron cartulinas con amenazas, una táctica característica del narcoterror para intimidar a grupos rivales y a la población.
Esta secuencia de ataques y hallazgos macabros evidencia una intensificación en la guerra que libran los grupos del crimen organizado por el control de las actividades ilícitas en Tabasco. El común denominador ha sido el uso impune de la violencia extrema.
A pesar de la gravedad de la situación, que ha mantenido en vilo a la población, hasta el momento ninguna autoridad estatal ha emitido un informe oficial o una postura sobre esta ola de crímenes.