En el primer aniversario luctuoso del padre Marcelo Pérez Pérez, comunidades religiosas, civiles y defensores de derechos humanos en Chiapas recordaron su vida, su entrega y su incansable compromiso con la paz. El asesinato del sacerdote, dejó un profundo legado espiritual y social en la región.
Colocan placa conmemorativa en honor al padre Marcelo Pérez
La jornada conmemorativa comenzó con una Misa en la Parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe, en San Cristóbal de las Casas, donde Marcelo fue párroco entre 2021 y 2024. Decenas de fieles se reunieron para orar por su eterno descanso y rendirle homenaje.
Al concluir la ceremonia, se develó una placa conmemorativa que lleva grabadas dos de sus frases más recordadas: “Lo que busco es la paz para el pueblo”, “La paz es más grande que la muerte, que las amenazas y mi vida”.

Estas palabras, pronunciadas por el sacerdote en vida, fueron retomadas como símbolo de esperanza y resistencia ante la violencia que azota a Chiapas.
Posteriormente, se realizó una peregrinación por las calles del municipio, donde participaron feligreses, colectivos y representantes del Diálogo Nacional por la Paz, quienes reiteraron su exigencia de una justicia verdadera.
Exigen investigar a los autores intelectuales del crimen del padre Marcelo Pérez
El Diálogo Nacional por la Paz y la Diócesis de San Cristóbal denunciaron que, a un año del asesinato, el proceso judicial ha sido insuficiente. Aunque el autor material del crimen fue condenado, aún no se ha identificado a quienes ordenaron y planearon el homicidio.
“Una justicia que no nombra a los autores intelectuales ni desmantela las estructuras de poder criminal es simulación”, advirtieron en su pronunciamiento.
El padre Marcelo fue reconocido como un defensor de los pueblos originarios y un mediador en conflictos comunitarios. Su papel en el proceso de reconciliación de Pantelhó fue clave para frenar la violencia local, pero también lo expuso a amenazas constantes.
Comunidades denuncian impunidad y violencia en Chiapas
En su comunicado, el Pueblo Creyente de la Diócesis de San Cristóbal denunció que la violencia, los desplazamientos forzados y la colusión entre autoridades y grupos criminales continúan afectando a las comunidades.
Señalaron que la llamada “Estrategia de Seguridad” del gobierno ha sido insuficiente y exigieron la libertad de presos injustamente encarcelados, la investigación de los crímenes contra líderes comunitarios y el cese de la represión a los pueblos originarios.
Asimismo, condenaron la imposición de proyectos como la supercarretera San Cristóbal-Palenque, que, aseguran, amenaza la integridad de la Madre Tierra y los derechos de los pueblos indígenas.
“Basta de corrupción y colusión con el crimen organizado. Necesitamos justicia e igualdad para construir la verdadera paz”, sostuvieron los representantes religiosos.
El legado del padre Marcelo: paz con verdad y justicia
La figura del padre Marcelo Pérez Pérez sigue viva entre las comunidades que acompañó durante más de dos décadas. Su ejemplo inspira a los jóvenes y a los defensores de la vida a continuar trabajando por una paz sustentada en la verdad y la justicia.
“La paz no se decreta, se construye”, recordaron los fieles durante la misa. Su legado espiritual y social se ha convertido en una bandera de esperanza frente a la impunidad y la violencia que persisten en el estado.