Un evento público en Aguascalientes se convirtió en un escenario de confrontación directa por el contenido de los nuevos libros de texto gratuitos. El abogado Alan Capetillo, representante jurídico del Frente Nacional por la Familia en la entidad, manifestó su profunda inconformidad con el modelo pedagógico, reclamando al director general de Materiales Educativos de la SEP, Marx Arriaga, la ideología que permea en el material.
Frente Nacional por la Familia rechaza lógica del enfrentamiento en libros de SEP
El abogado Capetillo increpó a Marx Arriaga cara a cara, señalando que la principal preocupación de los padres de familia es que los niños adquieran conocimientos elementales conformes a su edad, en lugar de ser expuestos a narrativas de división social.
El representante del Frente Nacional por la Familia argumentó que el discurso oficial y el contenido de los libros se basan en una lógica de lucha de clases:
“Y todo tu discurso, todo lo que nos has dicho esta mañana, es repetir esa lógica: los pobres contra los ricos, los de abajo contra los empresarios, una y otra, y otra vez, ¿cuál es el problema de esa lógica llevada a los libros de texto?, que muchos no estamos de acuerdo con ver así el mundo, muchos no compartimos esa ideología”, dijo Alan Capetillo. La denuncia se centra en la crítica a la presunta introducción de una ideología específica en el material educativo, lo cual, según la organización, contraviene el deseo de los padres de que la educación se mantenga neutral y enfocada en el desarrollo de conocimientos básicos.
⚡️ Alan Capetillo, representante del Frente Nacional por la Familia en Aguascalientes, confronta a Marx Arriaga de la SEP por el modelo pedagógico de los libros de texto gratuitos.
— Fuerza Informativa Azteca (@AztecaNoticias) October 21, 2025
📚 Critica que promueven una narrativa de "pobres contra ricos" y no enseñan contenidos básicos… pic.twitter.com/XOxSWdxa60
La contradicción: Leer por goce vs. adoctrinamiento
Arriaga generó una masiva indignación al declarar que “leer por goce es un acto de consumo capitalista”, una postura que parece ir en contra del fomento universal de la lectura.
Al mismo tiempo que ataca la lectura por placer, se le acusa de utilizar su poder en la SEP para adoctrinar generaciones enteras a través de los nuevos libros de texto. Esta crítica sugiere que el material pedagógico promueve una narrativa específica —como la lucha de “pobres contra ricos"— en lugar de fomentar el pensamiento crítico y la libertad.