La investigación por el homicidio del sacerdote Ernesto Baltazar Hernández dio un giro decisivo luego de que la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) cumplimentara una segunda orden de aprehensión contra tres personas señaladas como presuntas responsables de uno de los crímenes que más ha conmocionado a la zona norte del Estado de México en los últimos años.
Las detenciones alcanzaron a Brandon Jonathan “N”, Fátima Isabel “N” y María Fernanda “N”, a quienes la autoridad les atribuye una participación directa tanto en la muerte del sacerdote como en las acciones para ocultar su cuerpo.
Pruebas revelan coordinación entre los implicados en el homicidio
De acuerdo con la Fiscalía, el Ministerio Público presentó elementos suficientes para que un juez concediera el mandamiento judicial. Las pruebas señalan que los tres detenidos habrían intervenido de forma coordinada para privar de la vida al sacerdote y posteriormente deshacerse del cuerpo, lo que permitió la configuración del delito de homicidio calificado, considerado agravado por haberse cometido con ventaja y traición.
Por ello, el Poder Judicial del Estado de México impuso como medida cautelar la prisión preventiva oficiosa a los tres imputados, mientras continúa su proceso penal.
Reconstruyen los últimos movimientos del sacerdote Ernesto Baltazar antes del crimen
Durante la audiencia inicial, el Ministerio Público detalló datos de prueba que reconstruyen los últimos movimientos del sacerdote. Según la narrativa, el 29 de octubre, Ernesto Baltazar se encontró en un hotel de la avenida José López Portillo, en Tultitlán, con Fátima, una mujer a quien conocía desde hacía más de un año.
Después de varias horas juntos, Fátima lo habría convencido de trasladarse a otro sitio. Con engaños, lo llevó hasta un departamento ubicado en la Unidad Habitacional Morelos, en la zona sur de Tultitlán. Ese lugar, según la carpeta de investigación, fue donde finalmente lo asesinaron.
¿Quién era Ernesto Baltazar, sacerdote asesinado?
A sus 43 años, Ernesto Baltazar era ampliamente reconocido en la Diócesis de Cuautitlán. Como responsable de la Parroquia de la Santa Cruz, en Tultepec, era visto como un sacerdote dedicado, activo y profundamente conectado con sus feligreses. Su desaparición el 27 de octubre provocó incertidumbre y una intensa movilización comunitaria y eclesiástica.
La diócesis pidió oraciones y colaboración ciudadana mientras avanzaba la búsqueda. Sin embargo, el 12 de noviembre, las autoridades hallaron un cuerpo dentro de un canal de desagüe en Nextlalpan. El cadáver estaba envuelto en bolsas negras y amarrado a un sillón, y las pruebas genéticas confirmaron que se trataba del sacerdote.
#Detenidos.
— Fiscalía Edoméx (@FiscaliaEdomex) November 17, 2025
Elementos de la #FiscalíaEdomex cumplimentaron orden de aprehensión en reclusión en contra de Brandon Jonathan “N”, Fátima Isabel “N” y María Fernanda “N” y por su posible participación en el homicidio calificado en agravio de E.B.H.V., sacerdote reportado como… pic.twitter.com/MLEMEA8AhX
Así era la ficha de búsqueda del sacerdote asesinado, Ernesto Baltazar
La ficha oficial de búsqueda emitida por la FGJEM describía detalles precisos: estatura de 1.58 metros, ojos verdes, complexión robusta y varios lunares y cicatrices distintivas. Finalmente, esa información permitió corroborar la identidad del hombre encontrado en el canal.
Con las nuevas órdenes de aprehensión, la Fiscalía continúa integrando la investigación para esclarecer completamente el crimen y determinar si existen más personas involucradas.













