FUERZA INFORMATIVA AZTECA

Estrenan el nuevo examen de ingreso a bachillerato con una generación perfecta: 9 aspirantes logran 128 aciertos

El examen de ingreso al bachillerato fue la motivación de un joven para vencer la depresión y lograr un puntaje perfecto; conoce su historia y las claves del éxito.

Alumnos de bachillerato que lograron puntaje perfecto en la UNAM.
Obtener un puntaje perfecto en el examen de bachillerato es una proeza estadística y académica.|Gaceta UNAM
Compartir nota

El camino al bachillerato está lleno de nervios, largas horas de estudio y una competencia reñida; sin embargo, para nueve aspirantes, el resultado fue la perfección absoluta. Cinco mujeres y cuatro hombres respondieron correctamente las 128 preguntas del examen de ingreso ECOEMS 2025, un logro que les abrió las puertas de su primera opción: la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Una hazaña de 128 aciertos: La nueva élite de la UNAM que dejó el ECOEMS 2025

Se trata de Eduardo Martínez, Camila Ramírez, Hugo Hernández y Vanessa Bolaños. Tres de ellos continuarán su formación en la Preparatoria 6 “Antonio Caso”, mientras que uno más cursará sus estudios en la Preparatoria 5 “José Vasconcelos”, dos de los planteles con mayor demanda. Su éxito no solo es un testimonio de su capacidad académica, sino del poder de la perseverancia.

Estos nueve jóvenes no solo demostraron un dominio total del temario, sino también una increíble capacidad para manejar la presión. Su éxito marca un hito en el nuevo modelo de ingreso, demostrando que la excelencia es posible. La asignación de todos ellos a planteles de la UNAM reafirma el prestigio de la institución como el destino predilecto para los talentos más brillantes del país.

La historia de superación de Eduardo Martínez: Puntaje perfecto de la UNAM

Detrás de cada examen perfecto hay una historia única. La de Eduardo Alonso Martínez es una de profunda resiliencia. Este no fue su primer intento; el año anterior no había sido seleccionado, pero lejos de rendirse, utilizó esa experiencia como combustible.

“En esta ocasión me preparé durante todo un año. Lo hice de forma individual, con apoyo de clases de regularización y de mucha disciplina. Todos los días estudié dos horas; también me apoyé de tutoriales, apuntes y videos”, explicó. Ahora será el segundo miembro de su familia en estudiar en la UNAM, siguiendo los pasos de su tía.

¡Un obstáculo más allá del estudio! El verdadero reto para Eduardo no estaba solo en los libros. Mientras se preparaba, enfrentó una batalla personal contra la depresión, un obstáculo que amenazaba con descarrilar su sueño. “En ese tiempo tuve que acudir a terapias, me costó mucho, pues hubo días en los que solo quería dormir y no hacer nada”, confesó.

Fue su meta la que le dio la fuerza para continuar. La idea de caminar por los pasillos de la UNAM se convirtió en su principal motivación, un faro que lo guio a través de la oscuridad.

Nota