La mayoría de los mexicanos tenemos una cicatriz en el brazo, señal de que nos pusieron la vacuna BCG; sin embargo, en los últimos meses, los recién nacidos no han recibido este biológico que brinda defensas contra la tuberculosis, porque no está disponible en hospitales públicos y centros de salud.
En el Esquema Nacional de Vacunación se indica que al nacimiento, se debe aplicar la vacuna BCG y la primera dosis contra la hepatitis B; pero no todos los bebés recibieron la protección completa.
Acudimos al centro de salud en el Estado de México, en Otumba (...) le pusieron la vacuna de la hepatitis y la BCG nos dijeron que estaba escasa, pero nos dijeron que nos podíamos anotar en una lista, para cuando llegara fuéramos de los primeros en llamarnos.
Ese es el testimonio de Giselle Rea, una madre de familia que está atenta a esa llamada, para que su bebé pueda recibir la vacuna. La misma espera que viven otras personas en el país, porque el biológico no se encuentra disponible desde hace meses.

El pasado 29 de julio, el secretario de Salud federal, David Kershenobich, dijo que el fabricante de esta vacuna cambió de planta productora en la India, lo que afectó el abasto en nuestro país.
Durante la conferencia mañanera, comentó que “el principal proveedor de vacunas de BCG cambió su instalación en la producción de vacunas y esto ha afectado”. Además, indicó que hay 3 millones 400 mil dosis en la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
En ese sentido, el pasado 8 de octubre, la Secretaría de Salud emitió un comunicado para aclarar que las dosis habían sido liberadas e iniciaría su distribución en el país. Pero mientras eso ocurre, los bebés y sus papás tienen que esperar a que los llamen o acudir al centro de salud, esperando que el biológico ya esté disponible.
“Nos dieron indicaciones, que por lo mientras no saliéramos a lugares donde estuviera muy concurrido, que no fueran lugares cerrados con mucha gente y más que nada los cuidáramos estos meses en lo que llega la vacuna, por cualquier cosa”, dijo Giselle Rea.
¿Qué pasa si no le pongo la vacuna BCG a mi bebé?
La pediatra Daniela Figueroa García comentó a Fuerza Informativa Azteca (FIA) que México es un país endémico para tuberculosis, por lo cual es obligatorio que todos al nacimiento tengamos la vacuna BCG.
“Si estamos en una situación como en este momento que está agotada, tenemos literatura, el ‘Pink book’ nos describe que se puede aplicar hasta los tres años e incluso hay consensos europeos donde nos dicen que en zonas endémicas de tuberculosis, aún hay beneficios si se aplica hasta los 6 años”, añadió.
La pediatra explicó que ante escasez del biológico para los bebés recién nacidos, los padres pueden tratar de que reciben la vacuna a los dos meses, cuando les tocan otras dosis que completan la protección en la primera etapa de vida, como la segunda dosis contra la hepatitis B, rotavirus y neumococo conjugada, según datos de la Asociación Mexicana de Vacunología.

Mientras las vacunas no estén disponibles, la recomendación de los expertos es no buscarlas fuera del sector público de salud, porque existe el riesgo de aplicar algo que no brindará protección y, por el contrario, podría ser dañino, como lo comentó la pediatra Daniela Figueroa.
Me han comentado mis pacientes donde dicen que le aplicaron la vacuna a su bebé, pero no hubo ningún dato de inflamación, entonces nos arriesgamos a que no sea vacuna (...) ahorita las que llegan a ofrecer están arriba de los 3,500 pesos porque las personas en su desesperación de obtener la vacuna la buscan por todas partes y hay alguien que te puede ofrecer que te la está poniendo, pero no hay, está agotada a nivel nacional.
En la charla con FIA, Giselle Rea recordó que su pediatra también confirmó que es necesario esperar a que BCG esté disponible en los centros de salud o en los hospitales públicos, porque “puede ser que, o esté caducada, o no sea esa vacuna”.
¿Qué es la vacuna BCG y para qué sirve?
La vacuna BCG es una preparación de bacterias vivas que causan la tuberculosis, pero en una versión atenuada, para que nuestro sistema inmunológico aprenda a defenderse de esta enfermedad.
Se pone de manera intradérmica, es decir, justo debajo de la piel, y a decir de la pediatra Figueroa García, “se tiene que aplicar de manera adecuada para que posteriormente tenga este cuadro de recuperación que puede durar desde seis semanas hasta tres meses”.
Después de la aplicación, se forma una vesícula, que se va a llenar de pus, posteriormente se ulcera y va a cicatrizar, esa es la marca que todos tenemos en el brazo.
En México, la vacunación con BCG inició en 1951 y desde 1993 se incluyó en el Programa de Vacunación Universal. De acuerdo con la Secretaría de Salud, no se debe aplicar a los bebés con peso menor de dos kilogramos al nacer y tampoco está indicada para enfermos de leucemia o de otro tipo de cáncer.