La película de Chainsaw Man: El Arco de Reze no solo ha sacudido a la comunidad otaku, sino que también ha demostrado el verdadero poder del estudio MAPPA. Después de las críticas al primer arco del anime por su exceso de CGI, errores de continuidad y la falta de esa chispa ingenua que caracteriza a Denji el estudio decidió redimirse, y vaya que lo logró.
Con una animación brutal, una dirección impecable y una historia que nos rompió el kokoro, Reze Arc llegó a los cines de México arrasando en taquilla. Los fans no tardaron en llenar las salas con cosplay, motosierras falsas y mucho hype por ver a Reze en todo su esplendor.
Lo que se viene: emociones, traiciones y más sangre
Pero si no estás al corriente con el manga, prepárate, porque lo que viene después del Arco de Reze hará que te cuestiones absolutamente todo. Aunque ver la pérdida de Reze dolió más que un golpe directo al pecho, el futuro de Denji no será precisamente más tranquilo.
Tras su encuentro con ella, Denji comienza a formar un vínculo real con Aki y Power, dos personajes que se convierten en su familia improvisada. Juntos viven momentos de paz, locura y ternura que muestran un lado más humano del chico motosierra. Incluso vemos a Denji cuidando de Power cuando sufre traumas tras un enfrentamiento con el Demonio del Futuro: la baña, la protege y duerme con ella, demostrando que ya no busca solo placer, sino afecto genuino.
El destino oscuro de Denji y el plan de Makima
Sin embargo, los fans del manga saben que la calma no dura mucho. Makima, con su sonrisa misteriosa y mirada dominante, tiene un plan oculto que desencadena una de las tragedias más brutales del shonen moderno. Vienen momentos desgarradores: la muerte de Power justo en el cumpleaños de Denji, el enfrentamiento final con Aki convertido en demonio, y el clímax donde Denji debe acabar con Makima. Todo un festín de dolor, redención y motosierra pura.
Denji, más que un chico con sueños simples
Entre sangre, caos y pérdidas, Denji demuestra que no solo es el joven que quiere una vida fácil o “una novia bonita”. Es un chico roto que busca amor, aceptación y un lugar donde pueda ser visto como humano, no como un arma. Y eso, queridos otakus, es lo que hace de Chainsaw Man una joya imperdible.













