La eutanasia, o “muerte digna”, sigue siendo un tema polémico y restrictivo en todo el mundo, con tan solo unos pocos países que permiten su práctica legalmente. En Uruguay, una mujer que sufre esclerosis lateral amiotrófica (ELA) lleva años enfrentando el deterioro progresivo de su cuerpo y ahora espera que su país se una a esta lista para poder acceder a este proceso.
Beatriz Gelós ha vivido con ELA durante más de 15 años, una enfermedad neurodegenerativa que los médicos inicialmente consideraron tendría un avance rápido, pero que en su caso ha progresado lentamente.
No obstante, la calidad de vida de Beatriz se ha visto gravemente afectada: ha perdido gran movilidad, tiene dificultades para respirar y dormir, y necesita ayuda constante para realizar incluso las actividades más básicas.
En sus propias palabras, Beatriz expresa su deseo de que “esto termine”, pues el sufrimiento diario se ha vuelto insoportable. “Mi noche es un infierno. No puedo dormir ni boca arriba ni boca abajo. Si me pongo de costado me duele el hombro. No puedo mover ni un centímetro. Me quema la sábana”, declaró Gelós a la cadena CNN.
Legislación sobre eutanasia avanza en Uruguay
El proyecto de ley ha generado un apasionado debate en la escena política. Algunos representantes defienden la eutanasia como un acto de humanidad y empatía hacia quienes sufren enfermedades graves. Federico Preve, del Frente Amplio, señala: “Se trata de amor, de humanidad, de empatía. Es para las personas con enfermedades muy duras que están sufriendo”. Por otro lado, representantes como José Luis Satdjian, del Partido Nacional, cuestionan si la sociedad debe ofrecer la muerte como respuesta al sufrimiento.
Beatriz no solo es una paciente, sino un símbolo de esta discusión. El diputado Luis Gallo leyó en la Cámara de Representantes una carta que ella escribió hace dos años, donde explica el deseo de tener la posibilidad de elegir: “Sería más digna mi vida si pudiera higienizarme sola, escribir a mano, hablar por teléfono, rascarme, tomar agua cuando tenga sed u ocuparme de los demás, especialmente de mis nietecitos, a quienes nunca pude cambiarles un pañal ni la vida me dio el placer de hacerlos dormir en mis brazos”.
El proyecto de ley fue aprobado el miércoles 13 de agosto de 2025, tras más de 12 horas de discusión acalorada en la Cámara de Representantes. El proyecto aún debe ser aprobado por comisiones del senado y, si hay consenso, está previsto que sea promulgado a finales de este año.
Iglesia en Uruguay rechaza la eutanasia
El debate va más allá de lo político para tocar fibras éticas y religiosas. La Iglesia Católica uruguaya se opone firmemente a la aprobación de la ley sobre eutanasia, porque alega que la vida debe ser protegida hasta su fin natural. Paradójicamente, Beatriz, quien también profesa la fe católica, confiesa tener una relación compleja con su creencia en Dios, a veces sintiendo su presencia y otras dudando.