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Revelan relación entre el polen y el aumento de riesgo de suicidio: Estudio

Un estudio de la Universidad de Michigan revela una alarmante correlación entre el aumento del polen y el incremento de riesgo de suicidio. Aquí los detalles.

Suicidio en EU.
Estudio revela vínculo entre polen y aumento del suicidio.|Pexels
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Una investigación reciente llevada a cabo por expertos de la Universidad de Michigan (U-M) ha establecido una conexión preocupante entre las épocas de alta concentración de polen y un aumento significativo en la tasa de mortalidad por suicidio. Este hallazgo sugiere que las molestias físicas y mentales generadas por las reacciones alérgicas podrían funcionar como un catalizador que empuja a individuos vulnerables hacia una desesperación más profunda.

Estudio revela conexión entre polen alto y aumento del suicidio en EU

El estudio encontró que en los días con los niveles de polen más elevados, se produjo un incremento del 7.4% en el número de decesos por suicidio. Los autores indican que los efectos fisiológicos de las alergias, como la alteración del sueño y el malestar general, podrían estar detrás de este aumento de riesgo, un factor que hasta ahora había sido pasado por alto en los esfuerzos de prevención.

La doctora Joelle Abramowitz, científica asociada de investigación en el Instituto de Investigación Social de la U-M, y una de las autoras, explicó que incluso una pequeña perturbación externa puede tener un impacto considerable en una persona que ya se encuentra en un estado frágil. La investigación se centró en el polen proveniente de diversas fuentes, incluyendo árboles, malezas y pastos.

Incremento del 7.4% en decesos por suicidio en días de alta concentración de polen

El efecto demostrado fue progresivo. Los investigadores clasificaron las concentraciones de polen en cuatro categorías. El riesgo de suicidio se elevó consistentemente con cada nivel, alcanzando un aumento del 4.5% en el segundo nivel, un 5.5% en el tercero, y llegando a su punto máximo del 7.4% en la categoría más alta de polen.

Para realizar esta investigación, publicada en la revista Journal of Health Economics, los científicos analizaron información diaria de polen de 186 condados en 34 áreas metropolitanas de Estados Unidos, combinándola con datos de suicidio del Sistema Nacional de Reporte de Muertes Violentas, cubriendo el periodo de 2006 a 2018.

El equipo, que incluyó a Shooshan Danagoulian y Owen Fleming de la Universidad Estatal de Wayne, destacó que, aunque los factores crónicos del suicidio están bien documentados, los detonantes a corto plazo son menos comprendidos. Las alergias al polen representan un “choque” externo ideal para estudiar este tipo de disparadores.

Durante el lapso analizado por el estudio, se registraron aproximadamente 500 mil suicidios en EU. Basándose en los datos incrementales, los investigadores estimaron que el polen pudo haber contribuido en cerca de 12 mil de esos decesos durante el periodo, lo que se traduce en un estimado anual de entre 900 y mil 200 muertes.

El análisis detallado reveló que los individuos con un historial de padecimientos o tratamientos de salud mental preexistentes experimentaron un riesgo de suicidio 8.6% mayor durante los días de más alto polen. Aunque los hombres blancos constituyeron el grupo que más impulsó este efecto, también se detectó una vulnerabilidad sorprendentemente alta entre la población afrodescendiente. La Dra. Abramowitz mencionó que, si bien los datos provienen de EU, los resultados son probablemente aplicables a nivel mundial, una idea respaldada por investigaciones previas con hallazgos similares en lugares como Tokio y Dinamarca.

¿Cuál es la solución para evitar el efecto del polen en la salud mental según la ciencia?

Los autores concluyen que la respuesta no está en eliminar las plantas productoras de polen, sino en mejorar las estrategias de salud pública y concientización. Proporcionar pronósticos de polen más precisos y comunicarlos eficazmente permitiría a las personas tomar medidas preventivas, como minimizar la exposición al aire libre o tener acceso oportuno a antihistamínicos.

También recalcaron la necesidad de que los profesionales de la salud, especialmente en atención primaria, comprendan la interconexión entre factores ambientales como el polen y el bienestar mental para poder adaptar la atención a los pacientes más vulnerables.

Finalmente, los investigadores advierten que, debido a que el cambio climático podría prolongar e intensificar las temporadas de polen, el impacto de las alergias sobre las tasas de suicidio podría duplicarse para finales de este siglo.

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