Un hombre fue detenido señalado de abusar sexualmente de una perrita llamada Xóchitl en Playa del Carmen, Quintana Roo. Testigos relataron que el sujeto llevó al animal hacia la zona de monte, donde poco después los aullidos de dolor del animalito, los vecinos se dieron cuenta y atraparon a este sujeto.
Varias personas sometieron al agresor, lo ataron y posteriormente lo entregaron a las autoridades, quienes lo pusieron a disposición de la Fiscalía.

Estado de salud de la perrita Xóchitl
La alcaldesa de Playa del Carmen, Estefania Mercado, informó que Xóchitl se encuentra bajo resguardo del Centro de Control Animal, Asistencia y Zoonosis (CENCAAZ). Al ingresar, fue sometida a un exhaustivo examen médico que incluyó análisis de sangre, ultrasonido abdominal, prueba SNAP 4DX y un peritaje veterinario especializado.
Actualmente, la perrita recibe tratamiento integral con desinflamatorios, analgésicos, antibióticos y cremas tópicas. Además, cuenta con alimento y agua fresca de manera continua. Su estado de salud es estable, aunque presenta inflamación y dolor. También dio positivo a Ehrlichia, enfermedad transmitida por garrapatas, por lo que ya recibe atención específica.
Indignación social y exigencia de justicia
El caso ha despertado una fuerte indignación colectiva. Usuarios en redes sociales y vecinos de Playa del Carmen exigen castigos ejemplares para quienes cometen actos de crueldad contra los animales. La presidenta municipal enfatizó que “en la ciudad no se tolerarán estos crímenes y que se actuará con firmeza para garantizar justicia y proteger a quienes no tienen voz”.
La historia de Xóchitl no solo ha puesto en evidencia la crueldad de su agresor, sino también la solidaridad de una comunidad dispuesta a alzar la voz por los animales y exigir que este delito no quede impune.
La sanción por maltrato animal en Quintana Roo
En Quintana Roo, el maltrato animal es considerado delito y puede castigarse con penas de tres meses a cinco años de prisión, además de multas económicas que varían según la gravedad del caso. En situaciones de crueldad extrema, como abuso sexual, los jueces pueden aplicar sanciones más severas, con el objetivo de sentar un precedente y desalentar futuras agresiones contra los animales.