Este lunes despertamos con la triste noticia de que Roscoe, el perro del piloto de la Fórmula 1, Lewis Hamilton falleció a los 12 años tras varios días de haber permanecido luchando por su vida, dejando un legado dentro de las mascotas más populares de todos los tiempos.
Ante este lamentable hecho, recordaremos cómo era la vida de Roscoe, quien durante su vida lució como una mascota influencer, además de acompañar a Lewis en gran parte de sus carreras por todos los circuitos del mundo y que a su vez compartía su gran vida a través de redes sociales.
¿Cómo era la vida de Roscoe?
Sin duda alguna, este perrito celebridad es uno de los más queridos del público pues gente cercana al mundo de las carreras lo describían como una mascota amigable, incluso fotogénica, siendo una personalidad única del mundo del automovilismo quien además contaba con más de 1.4 millones de seguidores en su cuenta de Instagram, donde compartía parte de su día a día junto a Lewis.
Roscoe tenía una acreditación especial de la FIA (Federación Internacional del Automóvil) que le permitía el acceso a las pistas y eventos de Fórmula 1, un privilegio poco común a cualquier persona.
Era sabido que Roscoe fue un perro vegano, donde Hamilton presumía que este contaba con una dieta que incluía quinoa y verduras, lo que le habría dado una buena calidad de vida durante sus últimos años.
¿De qué murió Roscoe, el perro de Lewis Hamilton?
De acuerdo con la última publicación de Hamilton, el piloto habría tomado la decisión de poner a dormir a Roscoe, luego de haber estado un coma inducido últimos cuatro días.
El perrito había sufrido un paro respiratorio debido a una neumonía, la cuál a sus 12 años resultó fulminante.
¿Cuál fue el último mensaje de Lewis Hamilton?
A través de su cuente de Instagram, el siete veces campeón, Lewis Hamilton posteó lo siguiente:
“Después de cuatro días de soporte vital, luchando con cada poco de fuerza que tenía, tuve que tomar la decisión más difícil de mi vida y despedirme de Roscoe. Nunca dejó de luchar, hasta el final. Me siento tan agradecido y honrado de haber compartido mi vida con un alma tan hermosa, un ángel y un verdadero amigo. Traer a Roscoe a mi vida fue la mejor decisión que he tomado, y siempre apreciaré los recuerdos que hemos creado juntos. Aunque perdí a Coco, nunca antes me había enfrentado a poner a dormir a un perro, aunque sé que mi mamá y muchos amigos cercanos lo han hecho. Es una de las experiencias más dolorosas y siento una profunda conexión con todos los que han pasado por la pérdida de una querida mascota. Aunque fue tan difícil, tenerlo fue una de las partes más hermosas de la vida, amar tan profundamente y ser amado a cambio.
Gracias a todos por el amor y el apoyo que le han mostrado a Roscoe a lo largo de los años. Ha sido muy especial de presenciar y sentir.
Murió el domingo por la tarde, 28 de septiembre en mis brazos”.