Han pasado ya 25 años desde aquel primer Vive Latino, y aún hoy cuesta creer cómo empezó todo y cuánto costaron los boletos. No existían las filas eternas del Foro Sol, ni los brazaletes digitales, ni los paquetes VIP. Era un evento que respiraba pura pasión por la música, con el rock latino como bandera y un público que apenas imaginaba lo que ese festival llegaría a significar.
En 1998, cuando se celebró la primera edición, el ambiente era distinto. No había influencers ni drones sobrevolando el escenario; solo miles de jóvenes que querían cantar, brincar y sentir que pertenecían a algo más grande.
¿Cuánto costaba el boleto para el primer Vive Latino?
Prepárate para la nostalgia: el boleto por día costaba $180 pesos. Así es, menos de lo que hoy vale una camiseta del festival. Quienes asistieron recuerdan que solo existía una entrada general, sin zonas exclusivas ni divisiones. Todos estábamos en el mismo lugar, sudando bajo el mismo sol y cantando las mismas canciones.
De acuerdo con crónicas de la época, publicadas por medios nacionales, aquel precio fue considerado alto para muchos jóvenes, pero valía cada peso por la cantidad de bandas que se presentaron.

¿Qué bandas tocaron en esa primera edición del Vive Latino?
El cartel fue una joya: Café Tacvba, Molotov, El Tri, Control Machete, Aterciopelados, Los Ángeles del Infierno, y muchos más que marcaron la historia del rock latino. En total, fueron más de 40 bandas sobre el escenario.
Cada una aportó su estilo, desde el ska y el punk hasta el rock alternativo que dominaba la escena. Lo que comenzó como un experimento terminó siendo el punto de partida de uno de los festivales más grandes de habla hispana.
¿Por qué el festival Vive Latino marcó tanto a una generación?
Fue un festival sin filtros. La gente llegó con mantas, mochilas, cerveza escondida y una emoción imposible de describir. No había redes sociales para presumirlo, pero todos sabían que estaban viviendo historia.
Según la Gaceta UNAM, el Vive Latino logró algo que pocos eventos musicales habían conseguido antes: unir a una generación completa alrededor de la música iberoamericana. Hoy, mirar atrás y saber que todo comenzó con boletos de $180 pesos es casi poético.