Desde la alfombra roja hasta las luces bajas del salón, la matriarca del clan Jenner-Kardashian se lució con una celebración que parecía sacada de una película de espías. Kris Jenner decidió que para sus 70 años era hora de reunir a todos, y cuando decimos todos, lo decimos en serio, en una noche disfrazada de glamour, martinis, secretos y mucho “007”.
La fiesta tuvo lugar en la mansión de Jeff Bezos y Lauren Sánchez, el lugar estuvo lleno de candelabros de cristal, terciopelo rojo, detalles de póker con la cara de Kris y hasta mecheros personalizados que decían “KRIS0070”.

Kris emergió en escena como toda una agente secreta del glamour, con un vestido strapless rojo de alta costura de Givenchy por Alexander McQueen, guantes largos, diamantes. Mientras tanto, sus seis hijos; Kim, Kourtney, Khloé, Rob, Kylie y Kendall actuaban como su equipo de apoyo secreto, mezclándose entre los invitados con cócteles y fichas de casino personalizadas.
Una noche llena de grandes estrellas
Y sobre los invitados… la alfombra roja fue testigo del desfile de importantes celebridades que iban desde Oprah Winfrey hasta Mariah Carey, pasando por Meghan Markle y el príncipe Harry, Beyoncé y Jay-Z, todos los nombres más sonados de Hollywood y la realeza moderna dijeron presente. Bruno Mars fue el encargado de poner el ritmo a la noche con un mini concierto que hizo que hasta los más serios dejaran sus martinis por la pista de baile.
La reina del escándalo ¿Por qué Kris Jenner es tan controversial?
Ser la matriarca del imperio Kardashian-Jenner no es tarea sencilla… y tampoco silenciosa. Kris Jenner ha sido señalada durante años como la “estratega del drama”, capaz de transformar cualquier crisis familiar en un éxito televisivo o empresarial. Desde la filtración del famoso video de Kim hasta las rupturas mediáticas de sus hijas, todo pasa por sus manos y curiosamente termina en los titulares.
Khloé Kardashian “no está centrada” en las citas y el amor
Algunos la acusan de manipular a su familia y a los medios, otros la veneran como la mente maestra del marketing moderno. Su habilidad para convertir el escándalo en oro es innegable: cada lágrima en “Keeping Up with the Kardashians” se tradujo en contratos millonarios, perfumes, cosméticos y líneas de moda. Kris no solo maneja las carreras de sus hijas, también dirige su propio legado: el de una mujer que entendió el poder del entretenimiento antes que nadie.













